Defensa

Los futuros submarinos S-80: de disparar torpedos a lanzar misiles Tomahawk

Manuel Ángel Gómez

Publicado el - Actualizado

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“La primera misión de un submarino es la disuasión”, dice el capitán de navío Alejandro Cuerdacomandante de la Flotilla de Submarinos de la Armada. Operan sin ser vistos, y simplemente “la incertidumbre de que haya un submarino en una zona determinada puede obligar a unos esfuerzos por parte de un contrincante, lo que contribuye a la disuasión”.

La Armada española dispone en la actualidad de tres submarinos de la serie S-70, de diseño francés, pero construidos en España y con más de 30 años. La intención es que los submarinos “Galerna”“Mistral” y “Tramontana” continúen en servicio unos años más para hacer la transición a los de la serie S-80. Ahora están siendo sometidos -por turnos- a revisiones para prolongar su vida operativa cinco años y medio más. El jefe de la Flotilla señala que “podrían llegar hasta 2029”.

Alejandro Cuerda explica que estas naves “son excelentes plataformas de obtención de inteligencia encubierta”, realizan tareas de protección de fuerzas navales, minado submarino y -en tiempos de paz- labores de reconocimiento y vigilancia. Los S-70 tienen cuatro tubos lanzatorpedos y capacidad para 16 torpedos. Se han ido actualizando “en la medida de lo posible para ponerlos a disposición de las operaciones reales con una serie de capacidades modernas”, señala. Recientemente han estado participando en operaciones como Sea Guardian -de la OTAN contra el terrorismo- o Sophia- de la Unión Europea contra la inmigración ilegal.

La Armada recibirá el primer submarino S-80 en 2022. Serán en total cuatro los sumergibles de esta serie que irán entrando en servicio a partir de esa fecha. El comandante de la Flotilla afirma que “el salto hacia el S-80 es importante porque el submarino que tenemos en España es lanzador de torpedos y ahora lo convertimos también en lanzador de misiles, estará preparado para lanzar misiles Tomahawk”.

El S-80 es un submarino con un sistema de propulsión convencional, con baterías y un motor de propulsión renovados. La principal diferencia es que llevará un sistema independiente de aire, lo que le proporcionará capacidad de permanecer más tiempo en inmersión.

Admite este capitán de navío que “ha sido un programa que se ha encontrado piedras en el camino”, y lo atribuye a que es un “reto tecnológico y de diseño enorme”, y “la primera vez que se diseña en solitario un submarino en España”. El presupuesto de los S-80 se ha ido encareciendo tras descubrirse un problema de sobrepeso.

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