Un paracadista con 6.000 saltos a sus espaldas portará la bandera el Día de las Fuerzas Armadas

El jefe de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire explica a COPE que los lanzamientos en ciudades “son muy complicados”

Manuel Ángel Gómez

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“Los saltos en las ciudades son muy complicados”, dice el capitán José Luís Lomas Albaladejo, jefe de la PAPEA (Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire). Serán dos hombres de la PAPEA quienes se lanzarán este sábado 1 de junio -en el acto central del Día de las Fuerzas Armadas- ante la tribunal principal en Sevilla. Uno de ellos el cabo primero Christian Moltó González, con más de 6.000 lanzamientos sobre sus espaldas, y que portará la bandera de España que luego será izada. “Es una bandera de 54 metros cuadrados, y con un contrapeso de 15 kilos; llevar ese peso hace variar las características técnicas del paracaídas y exige un entrenamiento específico”, explica el capitán Lomas, quien añade que saltar con la enseña nacional entraña “bastante dificultad” y que es “lo que más ensayos requiere”. El cabo primer Moltó ha sido el elegido por ser el vigente campeón de España de periodismo de precisión. Le acompañará -actuando de guía- el cabo primero Cano, el más veterano de la PAPEA, con 7.000 saltos en su haber.

El jefe de la PAPEA asegura que en los saltos sobre ciudades “lo fundamental es hacer un análisis de riesgo” y para ello “se celebran reuniones de coordinación, se habla con el ayuntamiento, y si hay árboles que invaden y van a ser un obstáculo se pide que se poden algunas ramas, y a veces que se quite mobiliario urbano, como farolas altas o semáforos, para minimizar los posibles riesgos”. Al mismo tiempo se pone “un límite de viento máximo en función de la dificultad, de los edificios que hay” y en el caso de que el viento sople por encima de esa limitación, se cancela el lanzamiento.

Para estos actos se selecciona al personal más experimentado, con 2.000, 3.000 ó 4.000 saltos como mínimo.

La Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire está compuesta ahora por 17 militares (15 hombres y dos mujeres). Para hacer las acrobacias aéreas -cuenta el capitán Lomas- tienen que estar “muy compenetrados, como lo que hay que hacer en natación sincronizada o en un baile; los dos bailarines tienen que saber cuál es la coreografía perfectamente y coordinarse, y esto es lo mismo, pero con el problema añadido de que es a 200 kilómetros por hora, en caída libre”.

José Luís Lomas Albaladejo lleva cinco años en la PAPEA. Confiesa que su vocación militar fue “tardía” y que nunca se había planteado dedicarse al paracaidismo, pero terminó “cogiéndole el gustillo”.