La UE refuerza los medios aéreos en la operación Sophia por la ausencia de buques

El Destacamento Grappa del Ejército del Aire ha realizado más de 3.900 horas de vuelo desde el comienzo de la misión

Manuel Ángel Gómez

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“La misión del Destacamento Grappa no ha cambiado con la ausencia de buques en la operación Sophia”, dice el teniente coronel Jesús Rodríguez de Castro, jefe del contingente español en la base aérea de Sigonella. La Unión Europea decidió hace unos meses retirar los medios navales de esta misión -dirigida a combatir el tráfico ilícito de seres humanos en el Mediterráneo- tras la negativa del gobierno de Italia a que todas las personas rescatadas fueran trasladadas a sus puertos. Según el teniente coronel Rodríguez de Castro, “la forma en la que los medios aéreos son utilizados y cómo realizamos las misiones ha permanecido invariable”. Asegura que -sin embargo- “para minimizar el impacto por la ausencia de medios navales, los países de la Unión Europea decidieron reforzar la parte aérea y se tomaron medidas para reforzar a la guardia costera y a la Armada libia”.

España participa en Sophia con un CN-235 -reconvertido en un avión de vigilancia marítima Delta 4 Vigma- y 39 militares, dentro del Destacamento Grappa. Además, están desplegados en Sigonella un Antonov An-28 de Polonia, aviones P-72 italianos, un SW 3 de Luxemburgo y un P-3 Orion portugués. Desde fuera de esta base operan un Falcón 50 francés y un Predator italiano. “Cada aeronave tiene equipos y características diferentes”, explica el teniente coronel, y añade que la aeronave española dispone de un sistema de sensores, radar de búsqueda, un sistema de identificación automática de embarcaciones, y otro de comunicaciones por satélite que permite transmitir datos y imágenes en tiempo real.

La operación Sophia se puso en marcha en junio de 2015 para acabar con el negocio de las mafias del tráfico ilícito de personas, a través de la identificación, captura y eliminación de sus embarcaciones. Más tarde se decidió que también se dedicara al adiestramiento de guardacostas de Libia y a la aplicación de un embargo de armas frente a las costas de ese país del norte de África. En estos cuatro años el Destacamento Grappa ha llevado a cabo más de 3.900 horas de vuelo.

Los aviones que participan en Sophia vigilan un espacio aéreos de más de 500.000 millas cuadradas, equivalentes a seis veces la superficie de Italia.