Uno de los héroes de Koulikoro, un año después: “Te pones a pensar lo que podía haber sido”

El soldado Gómez Varela relata a COPE cómo abrió fuego para impedir la entrada de los coches-bomba en la base 

Manuel Ángel Gómez

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El soldado Daniel Gómez Varela tiene 29 años y lleva poco más de tres en el Ejército de Tierra, pero ya luce en su uniforme la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo. Se la ganó hace un año, al impedir -con otros compañeros- una masacre en el cuartel de la misión de la Unión Europea EUTM Mali, en Kolulikoro. Los terroristas tenían intención de hacer volar por los aires la base a las 3 de la madrugada del 24 de febrero con 1.000 kilos de explosivos distribuidos en dos coches. “Por transmisiones nos informaron de que habían escuchado disparos, después los escuchamos los que estábamos en el puesto, y lo siguiente fue ver al vehículo intentando entrar en la base”, cuenta a COPE el soldado, que se encontraba dentro de un blindado Lince. Ya estaban “en alerta y preparados para cualquier situación”, y dice que “al observar que el vehículo entraba, abrí fuego sobre él para intentar que no entrara al interior de la base”. “Al cabo de no sé cuanto tiempo, otro vehículo pasó por detrás, pero no pudimos abrir fuego a tiempo, y fue el que explosionó contra el primer vehículo”, señala el militar. Durante un tiempo continuó en su puesto con su compañero a la espera de que llegara “la QRF (Quick Reaction Force), los que estaban para ayuda inmediata”.

A pesar de su proximidad a los coches bomba, “a unos 40 ó 50 metros”, justo en frente de la explosión, el blindado les protegió de la onda expansiva. Asegura el soldado Gómez Varela que no lo pasaron mal “porque estábamos preparados, nos entrenamos para eso, y para situaciones similares”. Y recuerda que hicieron un ejercicio “que era muy parecido a lo que pasó en Mali; simulábamos que estábamos en el acceso a una base, de madrugada, era un ejercicio, pero la verdad es que fue muy parecido”. Desde el día del ataque en Koulikoro no ha sufrido ninguna pesadilla, pero sí admite que “en los días siguientes al atentado estaba más atento si había algún ruido fuerte”. No ha cambiado su forma de ver la vida, aunque sí reconoce que “en ese momento te pones a pensar lo que podía haber sido, y lo que no”.

España participa desde 2013 en la misión EUTM Mali para el adiestramiento y asesoramieno del ejército de este país africano. Allí están desplegados alrededor de 600 militares de más de 20 naciones, y aproximadamente la mitad son españoles.