Un submarino en tiempos de covid: “Dentro es imposible evitar un contacto cercano”
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“Los alojamientos son muy pequeños y sería imposible cumplir con todas las medidas” para frenar los contagios por covid-19, asegura el alférez de navío Tirso de Gracia García, Oficial de Información Pública del submarino Tramontana, de la Armada. Explica a COPE que “dentro del submarino es imposible evitar un contacto cercano”, y -por esa razón- ahora hacen una cuarentena previa para impedir que “el virus entre dentro” de la nave. “Hacemos una distinción entre aquellas navegaciones en las que vamos a dormir, en las que salimos para hacer varios días de navegación, y aquellas en las que no se duerme a bordo; la diferencia básica es que en el caso de realizar noche a bordo es necesario hacer una cuarentena previa de ocho o diez días, y un test PCR antes de embarcar”, señala.
Habitualmente son 64 las personas que forman parte de la tripulación del Tramontana, que dispone de unos 120 metros cuadrados habitables. Dice el alférez Tirso de Gracia que “hay tres alojamientos en el submarino, sin contar con el del comandante, que es el único que tiene un alojamiento particular; son unas camaretas en las que existen unas literas -una para oficiales, otra para suboficiales y otra para cabos primeros-, y en cada uno de los alojamientos duermen entre siete y diez personas”, mientras que “el resto de la dotación que no cabe en esos alojamientos -entre 20 y 25 personas- duerme en la parte de la proa, en la cámara de torpedos, bastante más amplia, con muchas más literas”. “La amplitud no tiene mucha cabida dentro del submarino, en ninguna de sus formas, no para alojamientos, ni para puestos de trabajo, ni para el personal de cocina, ni siquiera para aseos”, añade el militar. Por esa razón, lo que hacen es “trabajar en la prevención evitando que el virus entre en el submarino, porque sabemos -añade- que una vez a bordo es muy difícil evitar una propagación del virus”.
El protocolo de la Armada establece que cuando cualquier de sus barcos toca puerto en otro país -también los sumergibles- se acordone una pequeña zona del muelle “para que la dotación pueda estirar las piernas, pueda salir un poco a tomar el aire, con el objetivo de mantener la burbuja libre de covid”, sin llegar a salir del área acotada. En las navegaciones de varios días o semanas llevan un oficial enfermero a bordo. Y sobre el uso o no de mascarilla, queda “a criterio del comandante”, pero si todos tienen un PCR negativo no es obligatorio utilizarlas.