Las asociaciones piden a Margarita Robles una mejora de los salarios de los militares
Dicen que “es de justicia social” y que los miembros de las Fuerzas Armadas están “a la cola de todo el mundo” en retribuciones
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Las asociaciones de militares quieren que las retribuciones de los miembros de las Fuerzas Armadas sean una de las prioridades de la nueva ministra de Defensa, Margarita Robles. Las dos organizaciones profesionales que cuentan con más socios, la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME) y la Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (ASFASPRO), piden una subida de los salarios de los militares.
El secretario de organización de AUME, Jorge Bravo, dice que “es de justicia social” porque llevan viendo cómo su poder adquisitivo ha ido encogiendo en los últimos años mientras siguen haciendo una serie de trabajos “sin que se nos pague, como guardias, servicios, jornadas nocturnas, fines de semana o la disponibilidad permanente”. Recuerda que la anterior ministra, María Dolores de Cospedal, “anunció que se estaba realizando un estudio, pero no hemos vuelto a saber nada”.
Desde ASFASPRO, su presidente, Miquel Peñarroya, señala que “los militares tenemos en el aspecto retributivo una situación grave”. Asegura que “están obligados a cumplir su misión hasta dejar la vida en ella -algo que no se exige a ningún trabajador más-, pero en el terreno retributivo estamos a la cola de todo el mundo”. Las dos asociaciones defienden que se equiparen sus ingresos a los de los agentes de policía nacional y guardia civil.
Otra de las prioridades que debería tener sobre la mesa la ministra -a juicio de las asociaciones- es encontrar una solución para los militares temporales que se quedan sin trabajo a los 45 años. En casi tres años han abandonado las Fuerzas Armadas alrededor de 800, y hasta 2025 serán entre 10.000 y 15.000 los que tengan que salir. Bravo pronostica que “esto se va a atajar mucho antes -de una forma u otra- porque no es sostenible” ni siquiera para las arcas del Estado. Explica que “la desprotección es total, salen a la calle prácticamente sin ninguna titulación reconocida porque el ejército no ha cumplido su papel, amparado por el Ministerio”.
Antes de dejar su puesto, la ministra Cospedal -en sus últimos días de gestión- dejó publicada una orden ministerial con el Plan Integral de Orientación Laboral (PIOL) dirigido a solucionar este problema. El secretario de organización de AUME cree -no obstante- que el PIOL lo único que hace es “procurar puertas giratorias a los militares de forma regulada”, y no tiene definida “una clara voluntad de hacer cosas, sino que deja todo pendiente de desarrollos posteriores”.
A juicio del presidente de ASFASPRO, es positivo que este plan “tenga una voluntad de establecer mecanismos que faciliten al personal militar la adquisición de unos títulos, y faciliten su desvinculación de las Fuerzas Armadas”. Y también que se abra a todas las categorías militares. Pero añade que “no está equilibrado el esfuerzo para facilitar la formación y desvinculación de todas las categorías” porque se plantea aumentar las plazas reservadas a la tropa en las fuerzas de seguridad del Estado, pero no es igual de “magnánimo” con las plazas de los suboficiales. Además, Peñarroya comenta -sobre los militares temporales- que “el personal sabía que se le acababa el contrato, unos cuantos se han hecho permanentes pasando unas pruebas, otros han entrado en la escala de oficiales, otros se han ido a la policía nacional, y los que no han optado por esas vías ahora pasan a la situación de reservista de especial disponibilidad, que tiene una retribución”.