Tranquilidad en el contingente español de Mali tras el golpe de Estado

Los 530 militares españoles destacados en Mali dentro de la misión de adiestramiento de la UE se encuentran bien y con "la moral muy alta" tras el golpe de Estado ocurrido esta semana en el país africano, según ha informado la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Robles ha explicado este miércoles durante unas jornadas del Ejército de Tierra que, al conocer el golpe de Estado, se puso en contacto con el comandante español del contingente, que le trasladó que los militares están bien. La mayoría de ellos (510) se encuentran en la base de Koulikoro, 60 kilómetros al noreste de la capital, Bamako.

La misión de la UE en Mali (EUTM-Mali) está durante el primer semestre de este año bajo el mando un general de brigada español, Fernando Gracia, que se encarga de coordinar sus trabajos de entrenamiento y asesoramiento al ejército del país africano, ubicado en la estratégica franja del Sahel.

Tras un primer golpe de Estado en agosto de 2020 que derrocó al presidente Ibrahim Bouybacar Keita, se había puesto en marcha en Mali un proceso de transición, truncado ahora ante un segundo golpe de la junta militar, que ha destituido al presidente transitorio, Bah Ndaw, y a su primer ministro, Moctar Ouané.

Sus responsables confirmaron este martes las destituciones, aunque aseguraron que "el proceso de transición sigue su curso normal" y que habrá elecciones en 2022.

A mediados de este año, la misión de la UE contará con 1.100 efectivos europeos y aumentarán a unos 1.230 a mediados de 2022. De ellos, España aporta 530, después de que el Consejo de Ministros aprobara el pasado diciembre aumentar los efectivos, que en 2020 rondaban los 300.

Ofrece al ejército de Mali formación militar y asesoramiento en materia de cadena de mando, logística y gestión de recursos humanos, así como en derecho internacional humanitario.

Se enmarca en la estrategia de ayuda de la UE a la franja del Sahel, que recorre África de este a oeste con empobrecidos países, limítrofes entre el desierto del Sahara y la sabana, donde operan tanto mafias de personas, armas y drogas como grupos yihadistas.

La función de los militares europeos en Mali es entrenar a los malienses para que puedan hacer frente a esos retos y la previsión es que este 2021 se cambie la forma de hacerlo de un adiestramiento estático en bases como la de Koulikoro a otro dinámico donde equipos de formadores se mueven por el país con las unidades africanas.

No tienen así funciones ejecutivas, es decir, no participan en actividades de combate ni acompañan a las unidades malienses en sus operaciones.

Sí lleva a cabo actividades de combate en el país Francia, que desarrolla por su parte una misión de lucha contra el yihadismo a la que España apoya con vuelos logísticos.

Durante el actual mandato de la misión de la UE, que se alargará por primera vez 4 años hasta el 18 de mayo de 2024, se incluye que el adiestramiento se pueda realizar no sólo en Mali, sino temporalmente en las demás naciones del grupo G5 Sahel (Burkina Faso, Chad, Mauritania y Níger).