30 años del AVE: Así se convirtió España en una potencia en Alta Velocidad

Tres décadas en las que la alta velocidad ha permitido que se otorgue un nuevo valor al tiempo

María Bandera

Publicado el - Actualizado

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El AVE es todo un símbolo de la marca España y ahora está de aniversario. La Alta Velocidad celebra 30 años en los que ha vivido una continua transformación. Un auténtica obra de ingenieria moderna para lo que los maquinistas tuvieron que ponerse las pilas y actulizarse con cursillos en Francia para aprender a conducirlos.

Al principio los trenes y líneas dedicadas a la alta velocidad en España se llamaban AVE. Ahora son denominadas simplemente líneas de alta velocidad, y por ellas se ofrecen otros servicios 'veloces'. No obstante como curisidad, en España se usa ya el término AVE para toda la alta velocidad y así lo acepta el Diccionario de la lengua española que lo define como "tren de gran velocidad", si bien el AVE es el único capaz de alcanzar una velocidad comercial operativa de 300 kilómetros a la hora.

La llegad del AVE otorga un nuevo valor a tiempo

Precisamente este aumento de la velocidad ha permitido que "el AVE otorgue un nuevo valor al tiempo", según ha reconcido el presidente de Renfe, Isaías Táboas.

21 DE ABRIL DE 1992: COMIEZA EL SUEÑO

Así es, el sueño comenzaba en esa fecha con la línea Madrid y Sevilla. Coincidía con una fecha clave para España; la celebración de la EXPO de la capital andaluza, lo que supuso una revolución en las comunicaciones para el país.

La obra sentó las bases de la Alta Velocidad en España que se ha ido extendiendo sin pausa. Desde entonces une 67 ciudades de España a través de una red de más de 3.000 kilómetros y cuenta con 13 líneas rápidas. En tres décadas ha transportado 465 millones de pasajeros.

Además, nuestra red es la segunda mayor del mundo, solo por detrás de la de China, que cuenta con la vertiginosa cifra de más de 35.000 kilómetros- además de la primera de Europa. El 'top ten' de los países lo completa Japón, Francia, Alemania, Finlandia o Italia, según recogen los datos de Statista.

HACIA EL NORESTE

Hecha esa primera conexión con Sevilla, los esfuerzos se centraron en llevar la alta velocidad hacia el noreste de forma que se pudiera unir con el resto de Europa. En 1997 se inició la construcción de la línea Madrid-Zaragoza-Barcelona-Frontera Francesa, y en 2003 se conectaba Madrid con Zaragoza y Lérida.

Cuatro años después Madrid quedaba unida con la Costa del Sol, tras entrar en en servicio el tramo Córdoba- Málaga, así como la LAV Madrid-Valladolid y en diciembre de 2011 se inauguraba la línea de alta velocidad Madrid-Galicia entre Orense y La Coruña.

Le seguirían otras como la línea que une Valladolid con Palencia y León o Madrid-Castellón de la Plana.

Sin embargo, algunas comunidades como Asturias, País Vasco o Extremadura aún no forman parte de una red que todavía acusa, según el catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alicante Javier Vidal "excesivo radialismo".

Pero el desarrollo del AVE sigue su curso. La presidenta de la entidad administradora de las infraestructuras ferroviarias (ADIF), María Luisa Domínguez, ha señalado que a cierre de 2021 había en ejecución 11.500 millones de euros y para 2025 habrá 12.000 millones más.

Con la cantidad correspondiente a este año, ADIF tiene previsto perfeccionar la conexión entre las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín -que unirá la parte septentrional de la red con la zona sur-, la línea que unirá Venta de Baños (Palencia) con Burgos y la llegada del ferrocarril veloz a la ciudad de Murcia. También se desarrollará la primera fase del AVE a Extremadura, que terminará de establecerse en los próximos años, cuando también se inaugurarán algunas de las operaciones más retrasadas de la red como la variante de Pajares, que conectará Asturias con la meseta central.

EL LOW COST DE LA ALTA VELOCIDAD

La liberalización del transporte de viajeros y la entrada de otros operadores en el mercado como la francesa Ouigo o Ilsa han marcado otro hito en el camino de la Alta Velocidad en España al hacerla más asequible y competitiva.

El servicio de Alta Velocidad de bajo coste de Renfe (AVLO), puesto en marcha el pasado 23 de junio, fue un éxito en sus primeros seis meses de actividad en la línea Madrid-Barcelona-Figueres Vilafant, y contribuyó a que se triplicara el número de viajeros en alta velocidad con respecto a un año antes (en plena pandemia), para alcanzar los tres millones de pasajeros.