El anuncio de un impuesto extraordinario a las entidades financieras golpea las acciones de los bancos

El índice Ibex 35 queda para mañana en 8.014 puntos

Bolsa, imagen de archivo

Fernando Mañueco

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Se han desplomado los bancos en Bolsa tras el anuncio de un impuesto extraordinario y temporal sobre los beneficios de las grandes entidades financieras. Las pérdidas en el sector han ido hoy desde el 4 por ciento que se han dejado las acciones de BBVA y el banco Santander, hasta el 8 por ciento que han caído Sabadell y Caixabank, que son los que tienen mayor exposición al mercado español. En algunos momentos las pérdidas han sido todavía más abultadas.

Las eléctricas han aguantado mejor, pese a que el Ejecutivo ha confirmado que va a aumentar también la presión fiscal sobre los beneficios de las empresas energéticas. El gobierno espera ingresar con ambos impuestos un total de 7.000 millones de euros en dos años. Concretamente quiere captar 1.500 millones al año del sector financiero y 2.000 millones más por año del sector energético.Además, el sector financiero sufre por el impacto negativo que tendrá la menor actividad económica sobre el mercados de créditos. Con estas referencias la Bolsa ha cufrido, ha perdido un 0,62 por ciento. El índice Ibex 35 queda para mañana en 8.014 puntos. Ha llegado a caer a los 7.900 puntos en los peores momentos del día.

Ha subido con fuerza hoy Inditex, que ha celebrado su primera junta de accionistas con Marta Ortega en la presidencia. Ha aprobado un incremento del 25 por ciento del dividendo extraordinario de 2023, hasta 0,40 euros por acción. Ha subido Cellnex, que se ha quedado fuerza de la adjudicación de las torres de comunicaciones que ha vendido Deutsche Telekom. Ha caído hoy Repsol, presionado por el brusco descenso en el precio del petróleo. Y recortes en Enagás, que ha presentado su plan estratégico.

En el mercado de divisas el euro toca la paridad con el dólar. Se ha depreciado ya un 12 por ciento en lo que va de año. Se encuentra en su cambio más bajo de los últimos 20 años. Los analistas del banco de negocios Goldman Sachs esperan que el euro continúe debilitándose. Espera verlo a 0,96 dólares.

Un euro débil facilita las exportaciones de las empresas europeas y abarata los viajes a Estados Unidos y otros países que tienen el dólar como referencia. Hasta ahí lo bueno. En el otro platillo de la balanza la debilidad del euro encarece las factura energética. Tanto el gas como el petróleo se pagan en dólares en los mercados internacionales. Un euro débil encarece en general las importaciones europeas. Más de la mitad se realiza en dólares. Y eso provoca un aumento de la inflación. Es la llamada inflación importada. Mañana se conocerá el IPC definitivo de España del mes de junio. El dato provisional, nadie lo olvida, muestra un espeluznante 10,2 por ciento.

Hoy ha bajado con fuerza el precio del petróleo. Se negocia esta tarde a 96 dólares por barril de crudo West Texas de Estados Unidos y a 100 dólares por barril del Mar del Norte, que es el que sirve como referencia en Europa. La OPEP en su informe mensual pronostica un crecimiento más moderado del demanda de petróleo a lo largo del próximo año.

El mercado de deuda recibe el dinero que abandona la Bolsa. Suben los precios de los bonos y bajan sus rentabilidades. El rendimiento de las obligaciones españolas a diez años cae hasta el 2,20 por ciento. Los bonos de Alemania al mismo plazo ofrecen un 1,11 y los de Estados Unidos, un 2,91 por ciento. El Tesoro ha colocado hoy 1.833 millones de euros en la subasta de letras a 3 y 9 meses. Han salido con una rentabilidad del menos 0,198 y del 0,484 por ciento, respectivamente.