El mes de julio termina teñido de rojo en una Bolsa que no acaba de convencer a los inversores
El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.675 puntos con baja de un 1,26 por ciento
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Muchos inversores han hecho caja y se han dispuesto a pasar sus vacaciones de verano sin preocupaciones por la marcha de los mercados. En bañador, mejor ver los toros desde la barrera. El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.675 puntos con baja de un 1,26 por ciento. El balance del mes de julio muestra un saldo negativo del 1,6 por ciento. En lo que va de año todavía acumula una revalorización cercana al 7,5 por ciento. Los datos de PIB que se han publicado en el día no han servido para animar a los inversores. La economía española creció un 2,8 por ciento en el segundo trimestre frente al primero, y se ha disparado un 19,8 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. El Consejo General de Economistas pronostica un crecimiento de la economía española este año del 6,3 por ciento y del 5,9 en el ejercicio 22. El PIB del conjunto de la zona euro ha crecido un 13,7 por ciento interanual.
Los inversores han seguido hoy muy de cerca al sector bancario. Han caído las acciones de Caixabank, pese a que ha obtenido un beneficio neto de 4.181 millones de euros en la primera mitad del ejercicio. Esta cifra multiplica por 20 su resultado del mismo periodo del pasado año, cuando ganó poco más de 200 millones. Sin contabilizar los resultados extraordinarios asociados con la fusión con Bankia, el beneficio ajustado de Caixabank ha sido de 1.278 millones. La entidad destinará el 50 por ciento de su resultado al pago de dividendos. Muy plano ha terminado BBVA, que ha ganado 1.911 millones de euros entre enero y junio, frente a las pérdidas de 1.157 millones de un año antes.
Pérdidas derivadas de las fuertes dotaciones realizadas en 2020 para contrarrestar los efectos de la pandemia sobre la actividad económica. BBVA ha anunciado que recomprará y amortizará un 10 por ciento de sus acciones.
Fuera del sector financiero han decepcionado las cuentas de la aerolínea hispano británica IAG. Aunque ha reducido sus pérdidas, ha cerrado la primera mitad del año con unos números rojos de más de 2.000 millones de euros. En el primer semestre del pasado ejercicio perdió 3.800 millones debido a la práctica paralización del tráfico aéreo. Ha llamado hoy la atención la caída a plomo de las acciones de Técnicas Reunidas. La empresa ha dado pérdidas por 160 millones de euros al cierre del primer semestre, por lo que se ha visto forzada a pedir ayuda al fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas. La compañía de ingeniería ha solicitado un rescate de 290 millones de euros, ante los severos efectos de la pandemia de coronavirus sobre su actividad.
En los demás mercados, el petróleo muestra una subida en la semana de casi un par de dólares. Supera los 75 dólares por cada barril de crudo del Mar el Norte. El oro se consolida por encima de los 1.800 dólares por onza. No está muy lejos de su nivel más alto de los últimos cuatro meses. Los analistas pronostican subidas de precio a medio y largo plazo, debido a la pujante recuperación económica y a las presiones inflacionistas que traen consigo los multimillonarios programas fiscales de estímulo en medio mundo. El oro es un refugio tradicional que utilizan los inversores y los ahorradores en momentos de crecimiento de la inflación. En el medio plazo se espera que el vil metal vuelva a los 2.000 dólares por onza. Algunos analistas hablan de precios muy superiores. Otros creen que podría tomarse un respiro para tomar impulso antes de atacar la zona de máximos históricos situada en 2.070 dólares.
En el mercado secundario de deuda pública, el rendimiento del bono de Estados Unidos a diez años baja hasta el 1,24 por ciento. Este año ha llegado a superar el 1,70 por ciento. Las obligaciones españolas al mismo plazo ofrecen una rentabilidad del 0,27 por ciento. El rendimiento del “bund” alemán profundiza en terreno negativo. Se va hasta el menos 0,46 por ciento. El ministerio español de Economía reducirá la emisión neta de deuda en este año en 20.000 millones de euros, hasta 80.000 millones. La deuda pública de la zona euro ha superado por primera vez el 100 por ciento del PIB. En España el déficit público se ha reducido un 27,7 por ciento hasta mayo, hasta 36.000 millones de euros o un 2,98 por ciento del PIB.