La Bolsa arranca el día con pocos bríos a la espera de la reunión del G-7
Una cita por todo lo alto en la que debutarán Joe Biden, el flamante presidente de Estados Unidos, y Mario Draghi, el más flamante presidente de Italia
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Hoy se publicarán los indicadores de actividad en el sector industrial y en el de servicios en Estados Unidos y en la zona euro. Los inversores siguen con especial atención estos datos, ya que suelen influir directamente en la marcha de los mercados. Ya se sabe que ha mejorado la actividad manufacturera en Japón, aunque sigue débil el sector servicios. También se sabe que la inflación repuntó en Japón cinco décimas en enero frente a diciembre, pero cae un 0,6 por ciento respecto a un año antes. En Alemania los precios a la producción han repuntado nueve décimas, que es mucho más lo que se esperaba. Se publican hoy también las ventas al por menor en EEUU y los datos de inflación en Francia e Italia. Hoy, por cierto, es día de vencimiento de opciones y futuros.
A partir de las tres de la tarde hora española se reunirá el G-7. El grupo formado por los países más ricos del mundo. Analizarán la situación sanitaria y la económica. Es una cita por todo lo alto, aunque no presencial, en la que debutarán Joe Biden, el flamante presidente de Estados Unidos, y Mario Draghi, el más flamante todavía presidente de Italia.
El índice Ibex 35 sube apenas un 0,1 por ciento tras los primeros movimientos del día, hasta 8.070 puntos. A falta del cierre de hoy la semana bursátil se encuentra prácticamente en tablas. En lo que va de febrero el mercado gana más de un 4 por ciento.
Hoy destaca la fuerte subida de Acciona, que publicó resultados ayer tras el cierre de la Bolsa. Su beneficio creció un 8,5 por ciento el año pasado, hasta 381 millones de euros. La empresa ha anunciado un incremento del dividendo hasta 3,9 euros brutos por título, frente a los 1,9 euros que pagó con cargo al ejercicio 19. Acciona sacará a Bolsa al menos un 25 por ciento del capital de su filial de energías renovables. Ambas noticias han espoleado la cotización del valor.
Los expertos creen que las Bolsas seguirán subiendo, a pesar de que los precios no están objetivamente bajos en relación con los resultados empresariales y con otros multiplicadores. Pero de momento, hay luz verde para los mercados. Al menos durante unos meses. Las Bolsas se adelantan a los acontecimientos y anticipan un futuro mejor. Wall Street se codea en estos días con sus máximos históricos. Ya ha cotizado la inminente recuperación económica gracias a las vacunas y a la progresiva vuelta a la normalidad que se irá produciendo cuando se doblegue la pandemia. Hay otros factores justifican el optimismo de las grandes Bolsas, como la esperanza de que pronto se apruebe el programa de estímulo económico de Estados Unidos por 1,9 billones de dólares. Además, los inversores celebran la buena progresión de los resultados empresariales. Más de un 80 por ciento de las compañías del índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York que han publicado sus cuentas han superado las previsiones de los analistas.
En el otro platillo de la balanza, los analistas de Bank of America advierten sobre una posible corrección en los mercados ante la burbuja que comienzan a mostrar numerosos activos. No solo la Bolsa, también, según BoA, las criptomonedas y la deuda pública. De momento, han reducido sus estimaciones para el cambio del euro/dólar en este año. Esperan ver a la divisa europea en 1,14 dólares, frente a los 1,25 que estimaban anteriormente. Hoy se cambia por 1,21 dólares.
En los demás mercados, el Bitcoin se frena en su escalada, aunque no cae demasiado. Al menos por el momento. Se paga esta mañana a 51.600 dólares, cuando ayer llegó a superar los 52.500. En el mercado de deuda, existe incertidumbre sobre los efectos de la subida de rentabilidad de los bonos de Estado Unidos sobre la economía y sobre la marcha de los mercados de valores. Hoy el bono de EEUU a diez años rinde un 1,31 por ciento. En estos niveles podría ya comenzar a producirse una salida de dinero de la Bolsa hacia la deuda. El rendimiento del bono español a diez años se ha disparado hasta el 0,35 por ciento. A finales del pasado ejercicio su rentabilidad llegó a situarse en negativo.