La Bolsa firma tablas al cierre de la sesión pese a las abultadas caídas de BBVA y Almirall

Los inversores no han encontrado hoy motivos para asumir nuevos riegos en la Bolsa. Tampoco para deshacer posiciones con prisa. Parece que los bolsistas están curados de espanto y apenas reaccionan a los indicadores económicos, sean éstos del cariz que sea. El resultado de esta composición de fuerzas y de esta indecisión del mercado ha sido una sesión de Bolsa con cierta inestabilidad, pero casi de trámite. El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.095 puntos, con una tímida subida del 0,16 por ciento. En los peores momentos del día (y solo durante unos minutos) el índice ha llegado a moverse por debajo de 9.000. Pero pronto se ha rehecho. Mientras tanto, la Bolsa de Nueva York y la de Fráncfort siguen codeándose con sus máximos históricos.

Hoy cada valor ha sido un mundo. Cada uno ha ido a su aire. El mercado ha castigado con especial dureza a las acciones de BBVA, después que la entidad haya redoblado su apuesta por Turquía con la OPA que ha lanzado sobre el 5,1 por ciento que no controla del capital del Garanti Bank, su su filial en aquél país. BBVA ha cerrado con holgura por debajo de 6 euros. Se ha desplomado todo un 11 por ciento laboratorios Almirall, que ha publicado pérdidas de 39,4 millones de euros en los nueve primeros meses del año. Y ha bajado Técnicas Reunidas, que ha dado pérdidas de 157 millones de euros al cierre del tercer trimestre.

En los demás mercados, sigue subiendo el dólar, mientras baja el petróleo. El euro cotiza esta tarde a poco más de 1,14 dólares, cuando antes del verano se pagaba por encima de 1,22 dólares. El crudo del Mar del Norte se negocia a menos de 81 dólares por barril, lo que dará un pequeño respiro a la inflación y al bolsillo de los ciudadanos. Muy pequeño. El miércoles se conocerá el IPC de la zona euro. El último dato conocido muestra una subida de los precios superior al 4 por ciento en Europa. En España los precios han aumentado a un ritmo del 5,4 por ciento. En Estados Unidos la inflación se ha disparado en octubre hasta el 6,2 por ciento en tasa interanual, frente al 5,4 del mes anterior. Es el dato más alto que se recuerda desde el año 1990. La cosa está brava.

Hoy la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha reconocido que la racha de elevada inflación va a ser más duradera de lo que se esperaba debido a los cuellos de botella en la cadena mundial de suministros y a los precios disparados de la energía. Pero ha vuelto a asegurar que el actual repunte de la inflación es pasajero, por lo que tiene intención de endurecer en breve su política monetaria. Lagarde teme que una subida precipitada del precio del dinero ahogue la frágil recuperación de la actividad económica. Cree que un alza de tipos en estos momentos provocaría más daños que beneficios. Los mercados adelantan una primera subida de tipos en Europea no superior a 0,10 puntos y no antes del otoño de 2022.

Hoy se han conocido en Asia algunos indicadores económicos de diferente signo. Las ventas al por menor de China han crecido un 4,9 por ciento, que es más de lo que se esperaba. Además, la producción industrial china ha aumentado un 3,5 por ciento. También ha superado las expectativas. Por cierto que hoy se ha puesto en marcha una nueva Bolsa en China. Concretamente en Pequín, especializada en pequeñas y medianas empresas y en compañías innovadoras. Las compras han mandado en la gran mayoría de los 80 valores con los que ha arrancado este mercado. En Japón se ha publicado el PIB del tercer trimestre. La economía nipona se ha ha contraído un 0,8 por ciento entre julio y septiembre respecto al trimestre anterior.