La Bolsa se limita a detener la sangría del día anterior, pero no logra reaccionar con solvencia

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.915puntos, con una tímida ganancia del 0,02 por ciento

La Bolsa se limita a detener la sangría del día anterior, pero no logra reaccionar con solvencia

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Los analistas últimamente repiten día tras día el mismo mantra: “en los mercados preocupa el insistente repunte de la inflación en las grandes economías y preocupa tanto o más el crecimiento de la variante delta del coronavirus”. Hoy no ha sido la excepción.

Los datos que se han publicado hoy en Estados Unidos remachan la impresión de que la economía del país “va como una moto” por lo que la inflación no va a dar tregua, al menos en el corto plazo. El precio de las viviendas ha subido con fuerza, mientras la confianza de los consumidores se ha disparado hasta 127,3 puntos, cuando se esperaba una lectura de 119. Los expertos creen que la remontada de los precios al consumo alcanzará sus máximos en el tercer trimestre. Luego comenzarán a relajarse. En Europa tanto el IPC de España como el de Alemania se han moderado, -hasta el 2,6 y el 2,3 por ciento, respectivamente en tasa interanual- pero siguen muy por encima del objetivo del 2 por ciento que maneja el Banco Central Europeo. Mañana se conocerá el dato de IPC del conjunto de la zona euro.

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.915puntos, con una tímida ganancia del 0,02 por ciento. Siguen débiles las empresas relacionadas con el turismo y los viajes. Ayer des desplomaron por las mayores restricciones a los viajes. Hoy han profundizado un poco más en su caída. Alemania quiere que impedir los viajes de los turistas británicos a toda Europa, lo que ha hecho tambalearse a las compañías del sector. Las acciones de la aerolínea hispano británica IAG han perdido un 8 por ciento en dos sesiones y ponen en riesgo el soporte de los dos euros por título. Descensos también en Meliá Hotels, en la central de reservas Amadeus y en el gestor de aeropuertos AENA. Tampoco han tenido buen día NHHoteles o la agencia de viajes Edreams. En las plazas vecinas las últimas horas han sido complicadas para grandes compañías del sector, como Accor, Tui, Ryanair o Easy Jet.

En el otro platillo de la balanza han subido los bancos y también Telefónica que estudia vender su negocio de cable submarino. De materializarse la operación, Telefónica podría volver a reducir su deuda, algo que gusta especialmente en los mercados La empresa pagará este año un dividendo de 0,30 euros brutos por acción, que se abonará en dos tramos. Además, la operadora ha aprobado una reducción del 1,5 por ciento de su capital social, que se realizará mediante amortización de acciones.

Pese a las últimas dudas, los grandes indicadores de Wall Street, también la Bolsa de Francfort, el índice bursátil mundial MSCI y el Stoxx 600 paneuropeo se encuentran en máximos históricos o muy cerca de ellos. A estas alturas hay división de opiniones sobre lo que puede esperarse de las Bolsas en el corto y medio plazo. Los analistas de Morgan Stanley pronostican una caída de los grandes índices bursátiles de entre un 10 y un 20 por ciento en lo que queda de año. Este recorte, de producirse, se comería buena parte de las ganancias que ha acumulado el mercado en la primera mitad del ejercicio. También en la agencia Moody´s barajan la posibilidad de un recorte de hasta un 20 por ciento. Los mercados se resentirán en cuando la Reserva Federal comience a dejar entrever una política monetaria más agresiva para combatir el excesivo crecimiento de la inflación.

Por el contrario, los analistas más lanzados pronostican una fuerte subida del índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York en los próximos años debido a la intensa recuperación de la economía y de los resultados empresariales. Algunos creen que tiene un enorme potencial de revalorización en los próximos diez o quince años. No descartan verlo en el futuro a 10.000 puntos, cuando hoy se mueve en 4.300. Quienes así piensan recuerdan que los grandes inversores institucionales tienen enormes posiciones de liquidez en sus carteras. La cifra de dinero disponible alcanza los 3,2 billones de dólares.

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