La Bolsa opera en un “decrescendo” mientras siguen disparados el gas y la electricidad
Hoy el Ibex 35 ha cerrado en 8.796 puntos con pérdida de un 0,94 por ciento
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El día ha evolucionado en la Bolsa de más a menos. En un “decrescendo” o “diminuendo” que no ha dejado buen sabor de boca a los analistas. En los últimos días el índice Ibex 35 no ha podido con los 9.000 puntos, así que se repliega en busca de niveles menos comprometidos. Los expertos en análisis técnico sitúan el siguiente soporte sólido en la zona de los 8.500 puntos. Hoy ha cerrado en 8.796 puntos con pérdida de un 0,94 por ciento. En el mes ha perdido un 0,6 por ciento y un 0,3 en el conjunto del segundo trimestre.
Los datos puros y duros no han ayudado mucho a los mercados. Las ventas por menor se han contraído un 0,1 por ciento en España en el mes de agosto. Es un dato que cercena una serie de cinco meses consecutivos con alzas en este indicador de la demanda interna. Parece que está perdiendo fuelle la recuperación de la actividad económica. Además, los inversores han dispuesto de las cifras de desempleo del conjunto de la zona euro. La tasa de paro ha descendido una décima, hasta el 7,5 por ciento. En Alemania la tasa se mantiene en el 5,5 por ciento. Se esperaba una ligera reducción hasta el 5,4 por ciento.
El PIB del Reino Unido ha crecido un 5,5 por ciento en el segundo trimestre, cuando se esperaba un dato inferior del 4,8 por ciento. En China el índice de actividad industrial ha repuntado desde una lectura de 49,2 puntos hasta 50, que es justo la frontera que separa la contracción de la expansión económica. Hoy el Banco de España ha actualizado los datos de la deuda de las administraciones públicas. Alcanza ya los 1,42 billones de euros, que equivalen a un 122,8 por ciento del PIB.
La referencia más relevante del día ha sido el PIB de Estados Unidos. Es la última revisión del dato referido al segundo trimestre del año. La economía del país ha crecido un 6,7 por ciento, una décima más de lo que se esperaba, lo que augura más tiempo de inflación elevada y, en consecuencia, acerca un poco más la retirada de estímulos y la subida del precio del dinero.
Los analistas de Morgan Stanley han advertido en un informe sobre el riesgo de que el índice S&P 500 de la Bolsa de Nueva York corrija hasta un 20 por ciento como consecuencia de la progresiva retirada de las medidas de estímulo económico en Estados Unidos. Además, los expertos de la firma aluden a la ralentización de la actividad económica en Europa debido a la subida de los precios de la energía.
Y es que el gas sigue al alza en los mercados internacionales. Se ha encarecido cerca de un 30 por ciento en pocos meses. Y se ha triplicado en pocos años. La llega de los fríos en el hemisferio Norte garantiza un aumento de la demanda para calefacción y precios más altos todavía. El gobierno de hecho ha limitado a un 5 por ciento la subida de la factura del gas en octubre. En España hay ocho millones de consumidores de gas.
El precio del gas afecta directamente a los costes de las centrales eléctricas de ciclo combinado, que son las que queman esta materia prima para producir electricidad. Son las últimas en entrar en el sistema y su precio se extiende al resto de tecnologías de generación cuando las renovables no cubren la demanda. Un sistema marginalista de fijación de precios es lo que tiene.
Dentro de un mes vence el acuerdo Argel-Rabat-Madrid. Argelia dejará de exportar gas a España a través de Marruecos, lo que puede provocar una reducción del suministro de gas a la península Ibérica. Argelia asegura que no está en peligro el suministro a España y Portugal, ya que puede derivar sus exportaciones al conducto que une directamente España y Argelia atravesando el Mar de Alborán. El problema es que su capacidad es inferior al que atraviesa Marruecos. La mitad del gas que consume España procede de Argelia.