La Bolsa pliega velas lastrada por el sector turístico, mientras el petróleo marca máximos de dos años
El índice Ibex 35 ha cerrado en 9.142 puntos, tras dejarse un 0,42 por ciento
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Ha habido mucha tela que cortar hoy en los mercados financieros. Las referencias han sido muchas y muy variadas. Han sorprendido agradablemente los sólidos indicadores de actividad en el sector servicios que se han publicado en Europa. España está evolucionando con mucha más fortaleza de la que se esperaba. Con mayor tibieza evolucionan Francia, Italia y Alemania, aunque en todos los casos muestran una solvente recuperación gracias a las vacunaciones y las menores restricciones. El índice PMI servicios de España ha pasado de los 54,6 puntos de abril a los 59,4 de mayo. Los expertos consideran que la recuperación económica se mantendrá durante todo el verano. El índice que mide el optimismo empresarial de cara a los próximos doce meses ha alcanzado su nivel más alto de los últimos 17 años.
En Asia no han ido tan bien las cosas. El índice PMI no manufacturero se ha deteriorado en Japón más de lo que se esperaba. Ha pasado en mayo de 49,5 a 46,5. Profundiza por debajo de los 50 puntos, que es la frontera que separa la expansión económica de la contracción. En China el PMI ha bajado desde un registro de 56,3 puntos en abril a un registro de 55,1 en mayo. Pierde fuerza, pero continúa en expansión.
En Estados Unidos los datos han sido espectaculares. El PMI no manufacturero se ha ido hasta una lectura de 70,4 puntos, lo que indica que la actividad crece a un ritmo muy fuerte. Además, las peticiones de subsidios por desempleo se quedado por debajo de 400.000 en la última semana. Sin embargo, la Bolsa Bolsa de Nueva York ha abierto con dudas. Los inversores entienden que aumentan las presiones.
inflacionistas. De momento, el Banco Central Europeo y la Reserva Federal consideran que el repunte de los precios será pasajero, por lo que todavía es temprano para estudiar un desmantelamiento de las medidas de estímulo. El próximo consejo del BCE se celebrará el 10 de junio. Como trasfondo, el miedo a que la recuperación de la economía pueda flaquear si no se mantienen las inyecciones de liquidez al sistema. En general, los analistas consideran que la Reserva Federal no comenzará a subir el precio del dinero hasta 2023. Y el BCE puede esperar todavía más. Antes, seguramente, en ambos casos comenzará una reducción progresiva de las compras de bonos. Ahora los mercados vuelven sus ojos hacia los datos de paro de EEUU que se publicarán mañana.
Así las cosas, el índice Ibex 35 ha cerrado en 9.142 puntos, tras dejarse un 0,42 por ciento. La subida del petróleo ha penalizado a las empresas más relacionadas con el precio de los carburantes. La aerolínea hispano británica IAG ha perdido un 5 por ciento. El barril de crudo se acerca esta tarde a los 72 dólares y marca su precio más alto de los últimos dos años. Ha subido Repsol, al que beneficio una subida del petróleo. Las empresas turísticas han sufrido hoy enormemente además por la decisión del Reino Unido de mantener a Canarias y Baleares fuera de su "lista verde" de lugares a los que pueden viajar los turistas británicos sin tener que hacer cuarentena a su regreso. Además de IAG, han caído hoy AENA y Meliá.
Han subido los bancos y también Telefónica, que ha vendido 900 torres de telecomunicaciones en Latinoamérica. Gracias a este desinversión Telefónica reducirá su endeudamiento en otros 500 millones de euros. Hace pocos días Telefónica y Liberty Global han culminado la fusión de sus negocios en el Reino Unido. Una operación que ha creado el mayor proveedor de servicios fijos y móviles de Gran Bretaña. Han creado al 50 por ciento una “joint venture” en la que se integran activos de ambas compañías. Además, la operadora ha cerrado la venta de las torres de telecomunicaciones de Telxius. Con estas operaciones Telefónica reducirá su endeudamiento en cerca de 8.500 millones de euros.
El Tesoro ha ingresado 5.473 millones de euros en la subasta de deuda a medio y largo plazo. La demanda ha sido muy levada, superior a los 9.000 millones. El rendimiento de los bonos a cinco años ha profundizado en su rentabilidad negativa. Ha pasado del menos 0,233 al menos 0,238 por ciento. Los títulos a veinte año rinden un 1,151 por ciento, por encima del 0,629 por ciento de la subasta que se celebró en enero. Las obligaciones con una vida residual de seis años y cinco meses han salido con una rentabilidad negativa del 0,017 por ciento. Además el Tesoro ha colocado deuda a diez años ligada a la inflación.