Celebraciones son sordina en la Bolsa y sin demasiadas alharacas en los mercados

El Ibex 35 subido al cierre un tímido 0,22 por ciento, hasta 7.494 puntos

Pantallas en el interior del Palacio de la Bolsa, en Madrid

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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No han durado mucho las celebraciones por los acuerdos que se han alcanzado esta madrugada en Bruselas sobre el plan de reconstrucción europeo. Tras la primera reacción de júbilo, los mercados han ido perdiendo fuelle. La Bolsa española ha cerrado muy lejos de sus niveles más altos del día. Ha llegado a subir más de un 2 por ciento en los mejores momentos de la sesión. Ha llegado a superar los 7.650 puntos, pero ha cerrado por debajo de 7.500. Los mercados se han conformado y han dado por bueno un acuerdo que no enoja demasiado a nadie, pero que tampoco ha sido capaz de satisfacer completamente a todos. Así que al final han vuelto las dudas.

De hecho, las Bolsas de Milán y Madrid no han sido hoy las más animosas, ni mucho menos, a pesar de que Italia y España son los países que más se van a beneficiar por los muchísimos millones de euros que Europa ha puesto en lo alto de la mesa para luchar contra los efectos de la pandemia.

El Ibex 35 subido al cierre un tímido 0,22 por ciento, hasta 7.494 puntos. Han tirado del mercado IAG, Meliá, Inditex y Repsol. Ganancias también en Bankinter, que publicará resultados el jueves. Los bolsistas espera un beneficio neto de entre 65 y 70 millones de euros en el segundo trimestre del año, frente a los 164 millones contabilizados en el mismo periodo del pasado ejercicio. Ha bajado Telefónica y Cellnex, que ha perdido 43 millones de euros al cierre del primer semestre del año. Ha elevado su deuda neta hasta 4.670 millones.

La Bolsa más alcista ha sido la alemana. Los más optimistas creen que el índice DAX de la Bolsa de Francfort podría atacar en un plazo relativamente breve sus anteriores máximos históricos. De momento, hoy ha subido un 1 por ciento hasta 13.175. Ya muestra balance ligeramente positivo en el conjunto del año. Es todo un logro porque a mediados de marzo llegó a caer hasta los 8.250 puntos. Por su parte, el Ibex 35 todavía se encuentra un 20 por ciento por debajo de los niveles que tenía cuando comenzó el año, aunque ha subido mucho desde los mínimos de marzo (5.800 puntos).

Hoy los mercados han dispuesto de pocas referencias macro. Según las cifras del INE, las empresas han facturado un 33 por ciento menos en mayo frente el mismo mes del año pasado como consecuencia de la crisis sanitaria y económica. En abril, la facturación empresarial se redujo un 39,9 por ciento, por lo que la evolución es a mejor gracias la progresiva eliminación de restricciones. El IPC de Japón ha crecido una décima en tasa interanual, que es o que esperaba el mercado. En dato anterior mostraba una contracción de una décima.

El acuerdo para el plan de reconstrucción europeo se ha dejado notar sobre todo en el mercado de divisas. El euro sigue fuerte por encima de 1,1450 dólares. De hecho poco a poco se acerca ya al cambio de 1,15. Algunos observadores esperan verlo en la zona de 1,30 a la vuelta de unos meses. De momento, la moneda común ha subido más de un 7 por ciento frente al dólar desde los mínimos que tocó en marzo. Destaca hoy el oro, que se ha disparado hasta 1.840 dólares. Y destaca también el petróleo, que sube con fuerza. El crudo del Mar del Norte roza los 45 dólares por barril.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo de España se reduce a 82 puntos, que en su nivel más bajo desde marzo. El rendimiento del bono a diez años baja hasta el 0,36 por ciento, lo que abarata el coste de financiación del Tesoro español. Europa por primera vez va a mancomunar su deuda, lo que inyecta una dosis añadida de tranquilidad. El pero se encuentra en el enorme esfuerzo que debe realizar España en el futuro próximo para controlar el gasto, reducir la deuda y el déficit y realizar ajustes económicos duros.

Nadie olvida que Europa no ha premiado a España. Solo la ayuda para evitar una debacle. No habrá hombres de negro, pero si algo parecido al VAR del fútbol. Un videoarbirtaje vigilante, un “video assistant referee”, que controlará que los dineros se gasten donde conviene y con sentido común. No queda más remedio que apretarse el cinturón. Esto no es Jauja.