La Bolsa se tambalea ante el creciente temor a ataques de Irán sobre objetivos israelíes

El índice Ibex 35 se ha dejado un 1,16 por ciento al cierre de las operaciones del jueves

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Fernando Mañueco

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El índice Ibex 35 se ha dejado un 1,16 por ciento al cierre de las operaciones del jueves. Se coloca en 10.649 puntos. Ha llegado a caer más en los peores momentos del día. Hace una semana superaba los 11.100. Ha bajado con fuerza Grifols, que ultima una emisión de deuda. Y se han deteriorado también la aerolínea IAG y el gestor de aeropuertos Aena. En el sector de los viajes se ha dejado notar la decisión de la aerolínea alemana Lufthansa de cancelar los vuelos a Irán ante posibles ataques de este país a objetivos de Israel como respuesta a la reciente agresión que sufrió el consulado iraní en Damasco, Siria. Crece la crispación en Oriente Próximo.

Pero hoy han sido los bancos los que han restado más puntos al índice. El sector financiero se duele ante la creciente probabilidad de que los tipos de interés comiencen a bajar en Europa en un plazo breve, lo que repercutirá en sus márgenes. Como se esperaba, el Banco Central Europeo ha dejado el precio del dinero en el 4,5 por ciento. Es la quinta reunión de su consejo que se salda sin cambios. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha dejado bastante claro que -si se dan las condiciones adecuadas- podría comenzar a bajar su tipo de interés de referencia ya en el mes de junio.

Poco a poco la inflación en Europa se va acercando al objetivo del 2 por ciento. Está en el 2,4 por ciento en su tasa general y en el 2,9 en la subyacente. Nadie olvida que llegó a superar el 11 por ciento en octubre de 2022. Además, la actividad económica se está enfriando, sobre todo en Alemania, lo que justificaría menores restricciones monetarias. Pero hay un pero. Los analistas recuerdan que si Europa baja tipos antes que Estados Unidos el euro se debilitará con rapidez frente al dólar, lo que encarecerá las importaciones de productos energéticos, que se pagan en dólares en los mercados internacionales. Y un precio más alto de la energía significa mayor presión sobre la inflación. Esta tarde el euro se cambia por poco más de 1,07 dólares. Así que el BCE se encuentra entre la espada y la pared.

En Estados Unidos se ha publicado esta tarde el índice de precios industriales. Ha repuntado en marzo hasta el 2,1 por ciento, frente al 1,5 del mes anterior. Es un mal dato que remacha la pobre impresión que dejó ayer la tasa de inflación en aquél país. El IPC ha aumentado tres décimas hasta el 3,5 por ciento, lo que reduce las probabilidades de que la Reserva Federal rebaje el precio del dinero en breve. A estas alturas los mercados descuentan, como mucho, dos recortes de tipos este año en Estados Unidos frente a los cuatro que se esperan en la zona euro. Los analistas de Wells Fargo esperan un primer recorte de tipos en EEUU en septiembre, aunque ahora la mayor parte de los analistas la relegan hasta noviembre.

En el mercado petrolero se han frenado las subidas. De hecho, el crudo del Mar del Norte ha bajado ligeramente, hasta 89,5 dólares por barril. Los analistas creen que si alcanza los 100 dólares se complicarán sobremanera los esperados recortes en los tipos de interés por parte de los grandes bancos centrales debido al impacto directo que tiene el precio de los carburantes sobre la marcha de la inflación. Algunos expertos creen que el barril puede superar con holgura esa cota del centenar de dólares si Irán ataca objetivos en Israel. Y, como guinda, el último informe mensual de la OPEP pronostica que la demanda mundial de crudo aumente este año un 2,2 por ciento, hasta 104,5 millones de barriles diarios.