La Bolsa se tiñe de rojo presionada por el desplome de los bancos y las empresas turísticas

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.343 con una abultada pérdida del 1,76 por ciento

La Bolsa se tiñe de rojo presionada por el desplome de los bancos y las empresas turísticas

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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La Bolsa ha ido a buscar apoyo a la zona de los 8.300 puntos, cuando hace pocos días marcaba máximos de los últimos doce meses por encima de los 8.700. El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.343 con una abultada pérdida del 1,76 por ciento. El desplome de la lira turca, el temor a un rebrote de la pandemia y la subida en el rendimiento de los bonos a largo plazo han lastrado a la Bolsa. Han caído con especial fuerza los bancos. Cerca de un 8 por ciento ha perdido hoy BBVA, que está sufriendo más que el resto por su exposición al mercado turco, donde controla un 49 por ciento del capital del Garanti Bank. Sus acciones han pasado en un santiamén de buscar los 5 euros a refugiarse por debajo de 4,5.

La lira turca ha llegado a caer cerca de un 20 por ciento en las últimas horas, tras la destitución del gobernador de su banco central, que la semana pasada elevó sustancialmente sus tipos de interés. Posteriormente se ha suavizado la caída de la moneda de Turquía gracias a que el ministro de economía del país ha salido a la palestra para reafirmar su compromiso con las reglas de mercado.

BBVA consigue en Turquía cerca de una quinta parte de su beneficio ordinario. Dos terceras partes de su resultado se encuentran cubiertas contra movimientos adversos en el mercado de divisas, por lo que el impacto del desplome de la lira turca sobre su cuenta de resultados es importante, pero reducido. De hecho, BBVA ha reafirmado su compromiso con Turquía. Los bolsistas más optimistas creen que esta corrección es una buena oportunidad para empezar a tomar posiciones de nuevo a largo plazo en el valor.

Los bancos, la igual que las empresas relacionadas con el turismo y los viajes, se han visto lastrados también por la lenta recuperación económica. Las acciones de la aerolínea IAG han perdido hoy más de un 5 por ciento. Se deja notar el temor a una cuarta ola de Covid y al impacto de posibles nuevos confinamientos sobre la economía. El sector bancario, además, sufre por las perspectivas de que el precio del dinero se mantenga muy bajo durante mucho tiempo más. La consultora PWC (Price Waterhouse Cooper's) ha revisado a la baja en cuatro décimas sus estimaciones de crecimiento económico de España en este año. La deja en el 5,5 por ciento, es decir muy por debajo de la previsión del gobierno, que se sitúa en el 7,2 por ciento. Para el ejercicio 2022, PWC espera un crecimiento del 4,8 por ciento.

En Alemania el Bundesbank, el banco central germano, estima que la actividad económica se ha reducido de forma drástica en el primer trimestre del año, ya que las restricciones por la pandemia han sido más estrictas que en el último cuarto del pasado ejercicio. Como guinda, hoy el Banco de España ha publicado las cifras de morosidad en el sector financiero. La mora se ha ampliado ligeramente en enero. Ha subido un 0,17 por ciento, hasta el 4,54 por ciento. Los créditos dudosos ascienden a 55.000 millones de euros. En total, el volumen de crédito en el sistema financiero español supera los 1,2 billones de euros.

Como telón de fondo, sobre los mercados ha pesado la subida de tipos a largo plazo en el mercado de bonos. Los analistas de Bank of America han elevado sus previsiones para la rentabilidad del bono de Estados Unidos a diez años. Han subido el listón desde el 1,75 hasta el 2,15 por ciento en el que esperan verlo este año. Hoy el T-Note se encuentra en el 1,69 por ciento. Por su parte, los analistas del banco de negocios Goldman Sachs elevan más el tiro y esperan que alcance pronto el 2 por ciento. Pero creen que los mercados de acciones podrán convivir sin grandes problemas con tipos a largo plazo algo más altos. Por su parte, los expertos de JP Morgan consideran que el repunte de la rentabilidad de los bonos estadounidenses no comenzará a impactar negativamente en las Bolsas hasta que alcance el 3 ó el 3,5 por ciento.

El pasado viernes la Reserva Federal anunció que a fin de mes pondrá fin a la regla por la que permitía a los bancos relajar el porcentaje del capital que debían mantener en relación a su cartera de bonos. En la práctica eso supone que algunas entidades financieras venderán sus bonos para incrementar sus ratios de capital.