Bruselas empeora sus previsiones y las Bolsas desandan parte del camino que recorrieron ayer

La CE cree que España, Francia e Italia se contraerán más de un 10 por ciento en este ejercicio

Las bolsas asiáticas en números rojos

Fernando Mañueco

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Las Bolsas han puesto mala cara ante las peores previsiones económicas que maneja Bruselas. Se esperaban malas noticias y así ha sido. Las Bolsas estaban flojeando ya antes de conocerse el jarro de agua fría que ha vertido la CE sobre la economía del Viejo Continente y han seguido bajando después. La Comisión Europea ha reducido en un punto sus anteriores estimaciones para el PIB de la eurozona. Ahora espera una contracción del 8,7 por ciento este año, frente al desplome del 7,7 por ciento que manejaba en sus previsiones de primavera. La CE cree que España, Francia e Italia se contraerán más de un 10 por ciento en este ejercicio. Para la economía española espera concretamente una caída del 10,9 por ciento, frente al 9,4 de hace tres meses. Bruselas espera que España crezca un 7,1 por ciento en 2021. El PIB de Alemania, según Bruselas, caerá un 6,3 por ciento este año.

Bruselas no ha publicado previsiones para el empleo. Pero sí lo ha hecho la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. La OCDE espera que la tasa de paro en España alcance el 20 por ciento a finales de año. La cifra podría ser peor si se produce una nueva oleada de coronavirus en la temporada de otoño invierno. Este organismo espera un a contracción del PIB este año del 14,4 por ciento en el peor de los supuestos. No se esperaba otra cosa y las Bolsas han permanecido impasible el ademán, con los inversores viendo los toros desde la barrera. Sin embargo, estas peores previsiones pueden tener un efecto positivo. Pueden condicionar la “cumbre” del Eurogrupo, que se celebrará los días 17 y 18 al urgir la puesta en marcha de nuevas medidas de estímulo. Los mercados creen que está ya muy cerca un acuerdo sobre el plan de reconstrucción europeo por importe de 750.000 millones de euros.

Así las cosas, el índice Ibex 35 ha cerrado en 7.447 puntos, con una pérdida del 1,44 por ciento. Ayer ganó un 2 por ciento. Han subido pocos valores. entre ellos, Siemens Gamesa, Arcelor, Cellnex, Iberdrola y MásMóvil. Por el contrario, han flojeado con especial intensidad Telefónica, Enagás, IAG, Inditex y Repsol. También los bancos, como los toreros malos, han devuelto hoy las orejas que cortaron ayer. El Banco Central Europeo estudia reducir sus exigencias para las fusiones de entidades financieras. Va a dejar de exigir unos niveles de capital más elevados a los bancos que surjan de una fusión. El BCE pretende de esta manera consolidar el sector, mejorar las economías de escala e incrementar la eficiencia. Por los mentideros bursátiles circula el rumor de que el BCE autorizará pago de dividendos a algunas entidades. Son rumores.

Según los expertos de Natixis, las entidades financieras pueden sufrir todavía más en Bolsa a corto plazo si las condiciones del mercado en su conjunto no son favorables. Pero a largo plazo la situación es más optimista. Muchos directivos de alto rango de los la bancos han comprado acciones de sus propias entidades en las últimas semanas y meses. Es un dato. La impresión general, a un par de años vista, es que las acciones bancarias son apuesta ganadora. Los más animosos creen que la Bolsa puede llegar a los 8.000 puntos en breve si los valores bancarios son capaces de desperezarse y atraer el dinero de los ahorradores que buscan oportunidades de inversión a medio y largo plazo.

En los demás mercados, el oro supera la frontera de los 1.800 dólares por onza. Es su cotización más alta desde finales del año 2011. El petróleo repunta ligeramente. El crudo del Mar del Norte recupera los 43 dólares por barril. En el de deuda, la prima de riesgo ha mejorado, ha bajado hasta 84 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 0,41 por ciento. El Tesoro ha captado hoy 7.000 millones de euros en letras a 6 y 12 meses. Mil millones en las primeras y 6.000 en las últimas. Además ha conseguido abaratar todavía más su coste de financiación, que profundiza en terreno negativo. La rentabilidad de los activo a un año han pasado del menos 0,38 al menos 0,46 por ciento. El rendimiento del vencimiento a seis meses ha pasado del menos 0,48 al menos 0,50 por ciento. El Tesoro cobra cada vez más a los inversores que colocan su dinero en estos títulos.