Caen el euro y las Bolsas, mientras se disparan los precios del gas, el petróleo y la electricidad
El índice Ibex 35 termina el día en 7.862 puntos, con una pérdida del 0,9 por ciento
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La Bolsa ha cerrado la sesión del lunes como la empezó, con fuertes caídas y con una intensa sensación de incertidumbre y desasosiego entre los inversores. El índice Ibex 35 termina el día en 7.862 puntos, con una pérdida del 0,9 por ciento. Ha llegado a perder el doble en los peores momentos del día. Crece la preocupación por la crisis energética. Rusia ha dejado de mandar gas al centro de Europa a través del gasoducto Nord Stream 1 y eso pone muy nerviosos a los mercados de materias primas. Hoy el precio del gas se ha disparado un 30 por ciento en el mercado de futuros. Gas más caro equivale a electricidad más cara. Hoy "la luz" se dispara un 26 por ciento respecto al domingo, hasta 242 euros por megavatio hora.
Además, el G-7, el grupo de los países más industrializados del mundo, estudia imponer un tope al precio de las importaciones de crudo ruso, lo que complica aún más la ecuación porque Moscú ha amenazado con cortar el suministro de petróleo a los que así lo hagan. Para colmo de males, la OPEP y sus socios, con Rusia a la cabeza, han decidido recortar su producción en 100.000 barriles diarios a partir de octubre. La reacción del mercado ha sido automática y el precio del barril de crudo del Mar del Norte, el que se utiliza como referencia en Europa, se ha encarecido un 3 por ciento, hasta 96 dólares.
Como factor añadido, el euro opera con debilidad. Se mueve en sus cambios más bajos de los últimos veinte años, lo que encarece los productos energéticos, que se pagan en dólares en los mercados internacionales. Así que crece de manera exponencial la tensión sobre los precios de la energía. La siguiente derivada es una mayor presión sobre los bancos centrales para que aumenten más deprisa y más profundamente sus tipos de interés. Los analistas esperan que este jueves el BCE suba medio punto el precio del dinero. Pero tampoco se descarta un movimiento más agresivo de 0,75 puntos. Con la inflación en la zona euro por encima ya del 9 por ciento, la autoridad monetaria “tendrá” que endurecer su política monetaria restrictiva, aunque con ello enfríe todavía más la ya pobre actividad económica.
En Estados Unidos cuecen las mismas habas. El presidente de la Reserva, Jerome Powell, dejó claro hace unos días que mantendrá la línea dura de subidas de tipos de interés para contener la inflación, a pesar de los daños colaterales que pueda causar a la economía Él mismo ha afirmado que su dura política monetaria causará dolor a las familias y a las empresas. El banco central estadounidense, según barruntan los mercados, subirá otros tres cuartos de punto en la reunión del próximo día 21.
Son preocupantes las referencias macroeconómicas que se han publicado en el día. Las ventas al por menor en la eurozona han crecido unas pírricas tres décimas en julio, que es algo menos de lo que se esperaba. Por su parte, el índice que mide la confianza del inversor europeo sigue deteriorándose. La última lectura es de menos 31,8 puntos, frente a los menos 25,2 del dato anterior. Los PMI del sector servicios tampoco han tranquilizado a nadie. El sector no manufacturero se ha contraído en el conjunto de la zona euro se sitúa por debajo de 50 puntos y habla de contracción de la actividad y apunta hacia la recesión económica. Este indicador ha marcado su peor registro de los últimos 18 meses. En España, -un país cuya economía depende en gran medida del sector turístico-, se mantiene a duras penas por encima de 50. Por su parte, el índice PMI del sector servicios se ha situado en China en 55,0 puntos, que es algo peor de lo que se esperaba. Pero se mantiene en zona de expansión.