Casi el 40% de las comunidades de propietarios tiene morosos

Los impagos “siguen siendo un problemón” según afirma a COPE Rafael del Olmo, secretario del Consejo General de Colegio de Administradores de Fincas. Advierte de la tensión social que empiezan a generar también los pisos turísticos en las comunidades de vecinos

Joaquín Vizmanos

Publicado el - Actualizado

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Uno de los principales problemas para las comunidades de propietarios es la existencia de vecinos morosos, aquellos que por una u otra causa demoran o no abonan la cuota mensual que les corresponde. En unas semanas el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas publicará los datos del año pasado pero su secretario Rafael del Olmo ya adelanta a COPE que ”la tendencia seguirá a la baja”. Los impagos alcanzaron un máximo en 2014 cuando la morosidad alcanzó los 1.854 millones de euros. En 2015 bajó a los 1.812 millones y en 2016 -el último ejercicio del que hay datos hasta la fecha-, a 1.666 millones.

A pesar de que la recuperación se ha notado en las cifras, casi el 39,9% de las comunidades de propietarios tenía todavía ese año vecinos morosos. El porcentaje en el que las entidades financieras contaban con pagos pendientes ascendía al 7,29%. El importe medio de la morosidad en cada comunidad de nuestro país rondaba entonces los 1.109 euros. Andalucía, Cataluña y Madrid son, por este orden, las autonomías con la morosidad más elevada. Solo entre las tres sumaban en 2016 una deuda de 805,59 millones de euros, la mitad del total.

Del Olmo nos cuenta que la morosidad “sigue siendo un problemón” y que tiene consecuencias. En primer lugar, el impacto económico. Los impagos frenan la rehabilitación y la accesibilidad de los edificios. En definitiva cuando una comunidad de propietarios no tiene liquidez “no puede afrontar inversiones como el arreglo de la fachada o pintar la escalera”. Sin embargo lo que más le preocupa es la “tensión social” que genera. El secretario del Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas revela que siempre provoca “problemas de convivencia”, sobre todo cuando se trata de un “moroso profesional”. ¿Quién es? Aquel que no paga porque no quiere, no porque no puede.

Junto a la morosidad hay otro problema que empieza a alterar el día a día de las comunidades de propietarios, los pisos turísticos. En muchas de ellas empieza a producirse un choque entre los intereses de los vecinos y lo que buscan los que alquilan esos establecimientos. Del Olmo cree que el legislador tiene que buscar soluciones a este conflicto, cada vez mayor.