El contribuyente medio español ha dedicado este año 178 jornadas de sueldo a pagar impuestos

Los catalanes son, un año más, los últimos en dejar de rendir cuentas: el 5 de julio

El contribuyente medio español ha dedicado este año 178 jornadas de sueldo a pagar impuestos

Joaquín Vizmanos

Publicado el - Actualizado

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Ha llegado el día. Este 27 de junio es una fecha marcada en el calendario porque a partir de hoy el contribuyente habría cumplido con todas las obligaciones tributarias del año. Teóricamente dejamos de trabajar para financiar a las Administraciones Públicas. Todo lo que ganemos a partir de ahora ya se quedaría en nuestro bolsillo. Este ejercicio hemos dedicado 178 jornadas a pagar impuestos, según los cálculos realizados por el think tank Civismo. Son los mismos que en 2018 porque no ha habido grandes modificaciones en las principales figuras tributarias.

El impuesto al que más esfuerzo dedicamos son las cotizaciones sociales. Se lleva 103 de los 178 días, uno más que el año pasado. El incremento se debe a la subida del salario mínimo interprofesional. Luego viene el IRPF, 34 días, uno menos que en 2018, gracias a las medidas tomadas por la Administración Central y por las comunidades autónomas. El resto de tributos permanecen invariables en cuanto a número de jornadas. Son 25 para el IVA, 11 por impuestos especiales, y cinco más por otros tributos estatales, autonómicos y municipales como el IBI, Patrimonio, Sucesiones o Matriculación.

¿Pagamos más o menos impuestos que en otros países? El autor del informe, Javier Santacruz, cuenta a COPE que “estamos entre los 14 o 15 países que tienen una mayor fiscalidad sobre las rentas del trabajo debido a las cotizaciones sociales”. Recuerda que España tiene las segundas cotizaciones más elevadas de la OCDE por detrás de Suecia. “Eso hace que, términos generales, nuestras familias tengan que pagar más impuestos que la media”, apunta.

CATALUÑA, LA ÚLTIMA EN LIBERARSE

Los catalanes son, un año más, los últimos en dejar de rendir cuentas, el 5 de julio, porque allí es donde se pagan más impuestos. Allí “los tramos del IRPF son las más altos, hay más disparidad y las familias tienen menos bonificaciones lo que aumenta la tributación efectiva”, según afirma Santacruz. Por el contrario, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla son las primeras en liberarse. Acabaron con sus obligaciones tributarias el pasado 24 de junio. Dos días más tarde lo hizo La Rioja. Cantabria tendrá que esperar hasta el 3 de julio al ser la segunda comunidad con los impuestos más altos. Este jueves dejarán de trabajar para pagar sus impuestos los contribuyentes de Canarias y Murcia. Mañana será el turno de Castilla León, Galicia y Aragón tal y como muestra el gráfico.

Tabla

A nivel autonómico, las únicas variaciones relevantes a efectos de fiscalidad real efectiva son las reducciones de impuestos aprobadas respecto al tramo autonómico del IRPF que existía en 2018 en Cabarias (rebaja de medio punto en los dos primeros tramos), Madrid (rebaja de medio punto del tipo mínimo, retroactiva a 2018) y Murcia (ligero descenso generalizado de todos los tramos), lo que permite a las tres adelantar un día su liberación fiscal. Otras regiones como Baleares, Canarias o Galicia han establecido nuevas deducciones en la cuota autonómica. Sin embargo, estas modificaciones no se traducen en disminuciones apreciables del tipo de salario dedicado a pagar impuestos.

CUÑA FISCAL

El informe de Civismo revela el gran impacto que tienen el IRPF y las cotizaciones sociales, cuya suma denomina "cuña fiscal", y que reduce el salario neto de los trabajadores de manera significativa. Así, de cada 100 euros que paga el empresario en coste laboral, el ocupado de entre 16 y 29 años cobra 66,55, lo que equivale a una "cuña fiscal" del 33,45%. Se trata del único tramo de edad que ha experimentado una rebaja respecto al año pasado: entonces, ascendía al 35,89%, lo que hacía que percibieran 2,44 euros menos por cada 100.

Para los trabajadores de entre 30 y 44 años, la retribución neta se queda en 62,50, a causa de una "cuña fiscal" del 37,50%. Los que tienen entre 45 y 64 años reciben de esta cantidad sólo 61,66 euros, un 38,34%. Por último, entre los mayores de 65 años, la fiscalidad directa se traduce en que, de cada 100 euros, se ingresan 88 de forma efectiva. En este caso, la "cuña fiscal" es más reducida, de un 12,03%, por la ausencia de presión de las cotizaciones sociales. Todo esto hace que, para los más mayores, el Día de la Liberación Fiscal llegue el 16 de mayo; el 13 de junio para los más jóvenes; mientras que, en el caso de los contribuyentes de 30 a 44 años y de 45 a 64, esta fecha se retrasa, respectivamente, hasta el 2 y el 4 de julio.

LOS MAYORES DE 65 AÑOS, LOS QUE MÁS RECIBEN DEL ESTADO

Aunque son los que menos impuestos pagan (4.620 euros de media frente a los 15.662 euros del contribuyente en una edad laboral madura), los mayores de 65 años son los que más reciben en términos de servicios públicos. El valor económico de lo percibido por este concepto (protección social, sanidad, educación, seguridad, inversión...) se más que triplica a partir de la jubilación, pasando de los 6.934,42 euros nominales en el tramo de 16 a 29 años a los 22.388,80 a partir de los 65. No en vano, la principal prestación, a nivel económico, se trata de la pensión pública, al ascender a 15.454 euros anuales.