La economía al límite por la brecha generacional: "Es difícil que se asuman unas subidas de sueldos del 10%"

La brecha generacional ocasiona una problemática para asumir los costes de los sueldos de los funcionarios y las pensiones tras la pandemia

Alex García

Publicado el - Actualizado

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Que la pirámide de población se está invirtiendo es un hecho. Resulta complejo imaginar una economía solvente y fuerte sin que haya una clase trabajadora que no se renueve de manera constante. Este problema radica principalmente en que es necesaria una tasa de natalidad amplia, que permita que poco a poco ese mercado laboral crezca consecuentemente.

El otro factor que entra a formar parte de esta situación es el de la edad media de los españoles, algo que sin duda mete cierta inquietud en la balanza, puesto que; como es lógico, con el paso de los años, habrá menos gente que pueda aportar dinero a las arcas para sobrellevar las pensiones. Esto es directamente proporcional a que sean los pensionistas los que tengan una dificultad mayor para conseguir sus merecidas pensiones.

A este término, los economistas lo denominan brecha generacional, que hace referencia a la diferencia de opiniones entre una generación y otra en cuanto a creencias, políticas o valores. En el uso actual, la brecha generacional se refiere a menudo a una brecha percibida entre los jóvenes y sus padres o abuelos, que en este caso se lleva más a la parcela económica.

Fernando Mañueco es economista de COPE, y cuenta que surgen "diversas dudas con lo que va a ocurrir con los sueldos de los funcionarios, las pensiones y el resto de ciudadanos". Cuenta además que los ciudadanos tienen asegurada la "renovación automática de las pensiones", mientras que el resto de trabajadores se verán obligados a "luchar por conseguir unas buenas condiciones en sus nuevos convenios".

"No es fácil que el gobierno y las empresas de luz verde a una subida de los salarios", cuenta Mañueco, porque puede experimentar una espiral peligrosa de "inflación de segunda ronda". Esto hace referencia a que al subir los salarios aumentan los precios y esto provoca un encarecimiento de los costes, lo que origina que vuelvan a subir los precios. Lo que conllevaría "un gran riesgo"

Un paso para nuevas profesiones

La nueva moda es ser influencer. Todos vemos la rentabilidad de estas nuevas figuras surgidas en las redes. Otros, sin embargo, cuestionan si es ético pagar ese dinero por una “simple foto”. Pero la cuestión, como en todo, radica en ir más allá: en estudiar el alcance de esa “simple foto”, en el impacto y en la cantidad de gente a la que pueden llegar con un solo post. La realidad, en cualquier caso, muestra que 1 de cada 3 jóvenes de nuestro país quieren ser influencers.

No obstante, no es tan sencillo como parece: únicamente en Instagram hay más de 200 millones de usuarios con más de 50 mil seguidores, el mínimo necesario para poder vivir de la publicidad en esta red social. Ahora, sin embargo, hay un deseo de dedicarse a ello. En un estudio que ha realizado, al preguntar a los jóvenes sobre la creación de estos contenidos, asegura que se perciben ciertas cosas que pueden apuntar a estas motivaciones. En estos momentos, los jóvenes consideran que las redes sociales son canales más libres que los medios tradicionales a la hora de expresar diferentes cuestiones.

Por otro lado, consideran que es un canal perfecto para activismos, abanderar causas sociales y determinadas cuestiones, así como que la propia juventud abandera la causa de la creación de contenidos, ha argumentado. En este sentido, podríamos estar frente a una brecha generacional. Además, el sociólogo ha argumentado que el término se determina por la plataforma y no siempre es la misma cosa.