Finalmente las dudas y las incertidumbres han llevado a la Bosa a su tercera sesión bajista consecutiva
Vuelve a pesar el temor a los negativos efectos económicos que puede provocar el aumento de contagios por Covid-19
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La Bolsa hoy lo ha intentado. Pero no ha conseguido reaccionar. El día ha evolucionado de más a menos. Ha firmado su tercera sesión consecutiva con números rojos. Vuelve a pesar el temor a los negativos efectos económicos que puede provocar el aumento de contagios por Covid-19. En Estados Unidos las cifras siguen empeorando. Hoy la Bolsa española ha sido el farolillo rojo de las plazas europeas. El índice Ibex 35 ha cerrado en 7.236 puntos, con una pérdida de 1,22 por ciento. Han bajado los bancos y las empresas relacionadas con el turismo, como Amadeus, Meliá, IAG o AENA. También mal día en Telefónica, que ha perdido los 4 euros por acción. La excepción es Cellnex, que sigue subiendo. Roza ya los 57 euros. Acumula ya una ganancia del 50 por ciento en lo que va de año.
Entre los valores pequeños, destaca hoy laboratorios Rovi, con una subida del 8 por ciento. Se ha disparado tras anunciar que colabora con la biotecnológica Moderna, que ultima una vacuna contra el coronavirus. Rovi realizará fuera de Estados Unidos labores de llenado de viales y acabado de millones de dosis de la vacuna. La fabricación comenzará en 2021.
Los analistas del banco de negocios estadounidense JP Morgan creen que este verano puede producirse un “rally” alcista en la Bolsa si los fondos de inversión que han permanecido fuera del mercado vuelven a apostar por la renta variable. Los expertos de JP Morgan estiman que pueden llegar a Wall Street y otras plazas financieras cientos de miles de millones de dólares. No descartan, por tanto, nuevos máximos históricos en los índices de la Bolsa de Nueva York.
El pero se encuentra en el resurgimiento de la pandemia en algunos países, lo que puede enfriar seriamente la recuperación de la actividad económica y puede alicortar la reacción de los mercados. Hoy se ha conocido que 1,3 millones de estadounidenses solicitaron un subsidio por desempleo la pasada semana. En las últimas 16 semanas la cifra acumulada supera ya los 50 millones de personas. En los peores momentos de la crisis, a finales de marzo, Estados Unidos destruía empleo a un ritmo de seis millones por semana.
Además, queda en el alero la previsible victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en las presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Pueden volatilizarse las reducciones de impuestos a las empresas que ha impulsado el actual inquilino en la Casa Blanca. Los analistas creen que un escenario especialmente negativo, las acciones del índice S&P 500 pueden caer hasta un 20 por ciento.
En fin, hay opiniones para todos los gustos. Si fuera fácil, lo haría cualquiera. Desde Link Securities dudan de si la estrategia de inversión adecuada actualmente es “jugársela” a que cuaje una recuperación en V de la economía y, en consecuencia, una subida de la Bolsa, o si conviene esperar precios más bajos y más datos económicos antes de tomar posiciones. Las mismas incertidumbres han hecho presa en una nutrido grupo de inversores. Por su parte, los expertos de Credit Suisse aconsejan tomar beneficios y esperar fuera de la Bolsa a que pase un verano que puede ser turbulento en los mercados. También los expertos de Citigroup aconsejan precaución en los mercados. Consideran que las estimaciones de resultados empresariales son demasiado optimistas. Esperan volatilidad en los mercados.
Por su parte, Morgan Stanley cree que la Bolsa china de Shanghai alcanzará nuevos máximos el año que viene, aunque aconseja precaución a los inversores que operen en ese mercado. El gobierno de Pequín intenta promover una subida de las Bolsas que haga de locomotora para el conjunto de la economía al aumentar la sensación de riqueza de los inversores y al facilitar la financiación de las empresas. De momento, lo está consiguiendo. En poco más de dos semanas la Bolsa de Shangahi ha acumulado una subida superior al 20 por ciento. La economía china es la única de las grandes que ya ha comenzado a recuperarse.
En los demás mercados destaca la buena evolución de la prima de riesgo. Sigue bajando gracias a las inyecciones de liquidez del Banco Central Europeo. Está ya en 85 puntos frente a los cien puntos de hace tan solo un mes. La rentabilidad de los bonos de referencia a diez años ha bajado hasta el 0,39 por ciento. Recupera los niveles que tenía antes de la pandemia. Por su parte, el oro se mantiene por encima de 1.800 dólares por onza. Es su cotización más alta desde finales de 2011. La subida del oro, tradicional valor refugio, deja bien claras las dudas y las incertidumbres de los inversores. El petróleo baja un 2 por ciento, hasta 42 dólares por barril.