El Ibex ataca los 8.500 puntos con el Banco Santander como locomotora del mercado

El índice Ibex 35 queda hasta el lunes en 8.503 puntos, con una subida en el día del 0,7 por ciento

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Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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La Bolsa ha salvado esta última semana con ganancias de cierta entidad. Unas ganancias que han sabido a gloria teniendo en cuenta la que está cayendo en el panorama geopolítico y en el económico. El índice Ibex 35 queda hasta el lunes en 8.503 puntos, con una subida en el día del 0,7 por ciento. La semana se salda con una mejora del 2 por ciento. La estrella ha sido hoy el Banco Santander, que ha subido cerca de un 3 por ciento en el día de su junta de accionistas. Mantiene sus objetivos para el año y ha anunciado el pago de un dividendo complementario de 5,15 céntimos de euro por acción, que se hará efectivo el de 2 mayo. La entidad, además, continuará realizando recompras de acciones. Ha sido buena semana para las acciones de los bancos y para las eléctricas. También para PharmaMar y para Telefónica. Sin embargo, Repsol e Inditex han perdido posiciones.

Ha subido la Bolsa de Moscú, que ha recuperado ya su horario habitual y también ha levantado la prohibición de las operaciones en corto, que son todas aquellas en las que un inversor obtiene beneficio cuando baja un activo, en este caso acciones. El rublo se cambia por 0,11 euros, cuando hace pocas semanas llegó a 0,008. El presidente ruso, Vladimir Putin, ya ha firmado el decreto que exige a los “países hostiles” el pago del gas en rublos. Y amenaza con cortar el suministro si no cobra en este moneda. La tensión está servida porque ni Europa ni Japón han aceptado esta imposición, que consideran una violación de los contratos actualmente existentes.

En el mercado de materias primas se ha abaratado el petróleo después de que Estados Unidos haya liberado parte de sus reservas estratégicas. Pondrá en el mercado un millón de barriles diarios durante los próximos seis meses. El crudo West Texas de Estados Unidos ha bajado de los 100 dólares por primera vez en las últimas semanas. El petróleo del Mar del Norte se paga a esta tarde a 105 dólares, frente a los 120 del pasado viernes.

La Bolsa de Nueva York se mueve con tibieza esta tarde, después de conocer el dato de paro de Estados Unidos. La tasa de desempleo ha bajado más de lo que se esperaba. Se ha colocado en el 3,6 por ciento. Sin embargo, la economía estadounidense ha creado menos empleos no agrícolas de lo que pronosticaban los analistas: 431.000 frente a los 678.000 del mes anterior.

La inflación ha aumentado en Europa mucho más de lo que se esperaba. El IPC de la zona euro se ha disparado hasta el 7,5 por ciento en tasa interanual, que es un nuevo récord histórico. Los más pesimistas esperaban un 6,6 por ciento. Se han quedado muy cortos. El objetivo que mantiene el Banco Central Europeo, es decir la tasa que considera “sana”, es del 2 por ciento. En las últimas horas no han faltado las malas referencias en este ámbito. La inflación de Alemania se ha catapultado al 7,6 por ciento, que es mucho peor de lo que pronosticaban los analistas y su nivel más elevado de los últimos 40 años. Es una cifra alarmante, tanto como el 9,8 por ciento que ha alcanzado en España. Los analistas esperan ahora que el Banco Central Europeo mueva ficha pronto para atajar la vertiginosa escalada de los precios.

Tampoco han sido demasiado tranquilizadores el resto de datos que se han publicado en el día. El índice PMI del sector manufacturero en España ha quedado en marzo en 54,2 puntos, cuando se esperaba una lectura superior a los 55 puntos. Es su peor registro de los últimos 14 meses. Aún así este indicador habla de un ritmo de expansión más o menos razonable. En el conjunto de la zona euro la lectura de este importante índice de actividad industrial ha empeorado desde 58,2 puntos hasta 56,5. También los datos de Italia y Francia se han situado por debajo de las previsiones, aunque se mantienen por los pelos en zona de expansión. La guerra de Ucrania ha supuesto un lastre para todas las economías europeas justo cuando comenzaban a recuperarse tras la pandemia de coronavirus. La actividad manufacturera se ha contraído en China debido a la nueva expansión de la pandemia y a los efectos de la guerra en Ucrania.