Jornada de alivio de luto en unos muy inestables mercados de acciones y de bonos

El índice Ibex 35 queda hasta el lunes en 8.145 puntos, con una mejora en el día de un 0,8 por ciento

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Fernando Mañueco

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Hoy por fin han reaccionado los mercados financieros. No se sabe todavía si es sólida y solvente. Pero algo es algo. La Bolsa ha recuperado parte de las pérdidas de los días anteriores, mientras se ha distendido el mercado de deuda pública. Los atribulados inversores quieren recuperar el resuello, pero todavía tienen que convivir con la amenazante sombra de la recesión económica, con la creciente inflación y con un precio del dinero cada vez más caro. No es buen caldo de cultivo para la inversión.

La agencia Bloomberg cifra en un 70 por ciento las probabilidades de recesión en Estados Unidos. Los analistas de JP Morgan Chase elevan esa probabilidad al 85 por ciento en EEUU y al 80 por ciento en Europa. Por su parte UBS Global asegura que el riesgo de recesión está aumentado, lo que aleja la posibilidad de un aterrizaje suave en la economía estadounidense. Mientras tanto, los analistas del Bank of America advierten de que la tendencia bajista es muy intensa en la Bolsa de Estados Unidos. Wall Street ha caído un 20 por ciento desde sus máximos de este año. Estos expertos creen que a pesar de esa corrección todavía no se han visto los peores niveles de este año en el mercado. Pero hoy toca rebote.

El índice Ibex 35 queda hasta el lunes en 8.145 puntos, con una mejora en el día de un 0,8 por ciento. En los mejores momentos de la sesión ha llegado a superar con holgura los 8.200. La semana se salda con una pérdida acumulada del 2,9 por ciento. En lo que va de año la caída es de un 6,5 por ciento. El múltiple vencimiento de opciones y futuros, -la llamada cuádruple hora bruja-, ha jugado hoy a favor la Bolsa. Han subido los bancos, pero han flojeado Inditex, Repsol, las acereras y las empresas gasistas. En tablas ha cerrado Iberdrola, que hoy ha celebrado junta de accionistas. Ha reiterado su proyección de beneficios para al año en curso entre 4.000 y 4.200 millones de euros y ha aprobado el reparto de un dividendo complementario de 0,27 euros brutos por acción. Ya ha repartido otros 17 céntimos a cuenta.

El mercado de deuda pública continúa muy convulso. Parece que el Banco Central Europeo no ha convencido por completo a los inversores, que siguen con muchas dudas. Tras el repunte de ayer, hoy la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años se modera hasta el 2,77 por ciento. Los bonos alemanes al mismo plazo ofrecen un rendimiento del 1,68, así que la prima de riesgo se reduce a 109 puntos, frente a los 140 que rozó al comienzo de la semana. La prima de Italia se ha reducido desde casi 250 a poco más de 200 puntos.

Hoy se ha publicado el índice de producción industrial de Estados Unidos. Se ha contraído una décima de punto en mayo, con una tasa anual del 5,8 por ciento. Pero la gran referencia ha sido el IPC de la zona euro. Ha confirmado el dato provisional, con un 8,1 por ciento en tasa general, frente al objetivo del 2 por ciento que maneja el BCE. La inflación subyacente (sin contabilizar los precios de la energía y los alimentos no elaborados) aumenta hasta el 4,4 por ciento. Según uno de los miembros del consejo del BCE, si la inflación empeora en Europa no hay que descartar varias ha subidas de medio punto en el precio del dinero.

El precio del petróleo ha bajado hasta 116 dólares por barril, cuando hace una semana superaba los 120. Los analistas del banco estadounidense de negocios JP Morgan han lanzado un aviso a navegantes. Han advertido sobre el gran peligro que supone una inflación elevada junto con la menor actividad económica y con las subidas en el precio del dinero. Todo ello supone menor demanda de crudo y carburantes. El mayor banco de Estados Unidos espera ver el petróleo a 150 dólares como consecuencia de la guerra en Ucrania, aunque no descarta que llegue este año en algunos momentos a los 175 dólares por barril.