La jornada laboral de cuatro días defendida por Iglesias tiene 'truco': menos paro, pero también menos sueldo

Se ha hablado mucho de las ventajas que traería consigo la medida, pero también existen inconvenientes. ¿Llegará a aplicarse algún día?

La jornada laboral de cuatro días defendida por Iglesias tiene 'truco': menos paro, pero también menos sueldo

Millán Cámara

Publicado el - Actualizado

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La posible implantación de una jornada laboral de cuatro días en España está encima de la mesa. Si el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, menciona el tema en una entrevista, eso significa que la cosa va en serio: “Nosotros siempre hemos sido partidarios de la reducción de la jornada laboral. La propuesta es interesante y me consta que el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz la está estudiando, y en el marco del diálogo social se va a explorar, porque favorecería sin duda la generación de empleo”.

El líder de Unidas Podemos ha contribuido a que este asunto esté en la agenda mediática. En las últimas horas, no han parado de airearse las ventajas que traería consigo este cambio en nuestros trabajos: más facilidades para la conciliación familiar, mayor felicidad, más tiempo y salud, más contratos laborales, más teletrabajo, más productividad... Sin embargo, pasar a trabajar 32 horas semanales en lugar de las 40 que rigen ahora mismo también traería consigo inconvenientes.

Si los empleados tienen que ser más productivos y rentables, se necesita más mano de obra, lo cual genera un coste añadido para las empresas. Además, redistribuir el trabajo en cuatro días en lugar de en cinco también supondría bajar el sueldo a los empleados presentes y futuros. Por eso, algunos expertos afirman que la medida no sería viable en nuestro país, precisamente porque el salario anual promedio de los españoles es bajo: algo más de 24.000 euros.

Otro problema podría ser tener que pagar lo mismo al trabajador aunque se redujesen sus horas semanales. ¿Y si la jornada laboral de cuatro días sólo se implantase en ciertas empresas y no en todas? Habría un agravio comparativo con respecto a aquellas que mantuviesen los cinco días. A nivel organizativo, también podrían darse mayores complicaciones con esta modificación: turnos rotativos, reducción de días, cambio en cuanto a los días en los que se trabajase de forma física... Todo esto podría llevar a que fuese más complejo registrar la jornada laboral de los empleados.

La jornada laboral de cuatro días defendida por Iglesias tiene truco: menos paro, pero también menos sueldo

De momento, los empresarios no están muy dispuestos a contemplar esta posibilidad. El vicepresidente de CEOE y presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha dejado más o menos clara la postura de la patronal: “Las ocurrencias a la mesa de diálogo social, donde se sientan los que pagan nóminas y los representantes de quienes las cobran. ¡¡Respeto al diálogo social!! Para los autónomos... Una quimera. Con la que está cayendo... Madre mía”.

En las multinacionales, hay dudas al respecto de la productividad desde casa, que, piensan, podría ser menor en el caso de sus empleados. Que los pequeños y medianos negocios calculen pérdidas de hasta 60.000 millones de euros en 2020 tampoco ayuda. Aun así, ya hay alguna compañía que ha aplicado la jornada de cuatro días en España, cuyos máximos dirigentes políticos parecen receptivos ante esta posibilidad.

“El tiempo de trabajo exige una nueva concepción, que atraviese, como ya estamos haciendo, leyes y usos laborales. La reducción de jornada, el control de horas extraordinarias, el derecho a la desconexión o la conciliación son elementos que deben dialogar en este necesario debate”, ha llegado a reconocer la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

A pesar de que se rechazó una enmienda presupuestaria de Más País sobre este asunto (50 millones de euros para las empresas que pasasen a aplicar la jornada laboral de 32 horas), hay debate. Que se dé al mismo tiempo que en países como Alemania, Japón, Finlandia y Nueva Zelanda supone todo un respaldo para el Ejecutivo, que tiene a UGT como aliado en esta causa. Entonces, ¿podríamos llegar a ver esa jornada de cuatro días en un futuro?

La jornada laboral de cuatro días defendida por Iglesias tiene truco: menos paro, pero también menos sueldo

“Es posible implementarlo, pero tenemos que mirar cómo hacerlo en función de la compañía, del sector, de la actividad y de la plantilla. Seguramente, no en todas las compañías se pueda hacer”, ha afirmado José Canseco, profesor de Business School, en 'Herrera en COPE'. Eso sí, puede que todavía quede mucho para verlo: “En 2035 va a haber muchos cambios y es posible que gran parte de las empresas españolas puedan trabajar en torno a las 30-32 horas”.

Canseco concluye que, como “siempre habrá compañías que no lo puedan realizar”, “vamos a modelos mixtos donde es posible que una parte de la empresa pueda hacerlo de forma pura (la jornada de cuatro días) y otra no”. En definitiva, todo indica que esta semana no será ni la primera ni la última en la que oiremos hablar (parte de culpa tiene la pandemia) de los cuatro días de trabajo a la semana.