Los malos augurios sobre la guerra comercial y el Brexit zarandean a las Bolsas
El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.940 puntos, con una pérdida del 1,15 por ciento
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Las Bolsas se han venido abajo y han cambiado los números verdes por los rojos tras nublarse las esperanzas de un acercamiento comercial entre las dos mayores potencias del mundo y tras el aumento del pesimismo en torno al Brexit. En los mercados se han dejado notar las declaraciones de un portavoz de ministerio chino de comercio. Ha afirmado que responderá a la lista negra de compañías chinas que ha elaborado el gobierno de Estados Unidos. Además, según los rumores de mercado, los funcionarios chinos están intentando acortar su estancia en el país de las barras y las estrellas. Se enfría, por tanto, la esperanza de un acercamiento de posturas entre ambos países en las negociaciones comerciales que comenzarán pasado mañana en Washington.
El 15 de octubre está previsto que entren en vigor los nuevos aranceles de Estados Unidos a productos chinos por importe de 250.000 millones de dólares. Subirán del 25 al 30 por ciento. Y el día 18 Washington comenzará a aplicar aranceles a diferentes productos europeos. España se verá afectada, sobre todo en el aceite, las aceitunas de mesa y el vino, entre otros productos. Los mercados se preparan para recibir malas noticias, cuando en las últimas horas las esperanzas eran justo las contrarias.
Pesa también la sensación de que las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea se encuentran al borde de la ruptura, lo que podría culminar en un Brexit abrupto y tempestuoso el próximo día 31. Y los mercados se resienten. El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.940 puntos, con una pérdida del 1,15 por ciento. Esta mañana ha llegado a los 9.070 puntos.
Por si fuera poco con el Brexit y la guerra comercial, continúan surgiendo voces que insisten en que la economía evoluciona a peor... y lo que te rondaré, morena. La nueva directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ha constatado que la economía global continúa perdiendo fuerza. El FMI, de hecho, reducirá sus previsiones para el crecimiento mundial del año próximo. Por su parte, el servicio de estudios de la OCDE ha advertido que la economía española se está enfriando. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico constata que los indicadores adelantados de actividad en España se encuentran en sus peores niveles desde mediados de 2013. De hecho, llevan veinte meses consecutivos deteriorándose. La OCDE destaca también la desaceleración de la economía de Alemania y los síntomas de fatiga en Estados Unidos. Dentro de casa, la ministra de Economía en funciones, Nadia Calviño, ha admitido la posibilidad de que el Gobierno rebaje su estimación de crecimiento del PIB para este año, que se encuentra actualmente en el 2,2 por ciento. hoy se ha conocido que la producción industrial en España se ha contraído en agosto. Ha bajado un 3,8 por ciento en relación al dato de julio y se ha reducido un 0,5 por ciento en tasa anual.
Así las cosas todos los grandes valores de la Bolsa han cerrado con números rojos, en especial Acciona, que ha superado el 30 por ciento del capital de la empresa alemana de aerogeneradores Nordex, por lo que tendrá que lanzar una oferta de compra. La excepción ha sido Cellnex, que ha comprado más de 8.000 torres en el Reino Unido por 2.250 millones de euros. Cellnex realizará una ampliación de capital para hacer frente a esta adquisición.
En los demás mercados, hoy el euro pierde gas, se cambia 1,0950 dólares, el petroleo baja, se negocia a 58 dólares por barril y la prima de riesgo de España se mantiene en 72 puntos. Hoy el Tesoro ha colocado 4.580 millones de euros en letras con vencimiento a 6 y 12 meses. La rentabilidad de ambas continúa en negativo, aunque menos que en la subasta anterior. El Tesoro cobra un 0,495 por ciento a los inversores que colocan su dinero a medio año en estos títulos, frente al 0,558 anterior. El rendimiento de las letras a un año ha pasado del menos 0,515 al menos 0,469 por ciento. La semana pasada el Tesoro consiguió abaratar su coste de financiación a medio y largo plazo hasta sus niveles más bajos de la historia.