Las Bolsas se vienen abajo con estrépito en una sesión de enorme inestabilidad en los mercados

Hoy el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.011 puntos, con una abultada caída del 3,72 por ciento

Las Bolsas se vienen abajo con estrépito en una sesión de enorme inestabilidad en los mercados

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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La volatilidad ha alcanzado proporciones descomunales en todos los mercados en estos días tan convulsos. La inestabilidad es tan grande como los temores y las incertidumbres y los temores que han surgido tras la agresión de Rusia sobre Ucrania.

Hoy el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.011 puntos, con una abultada caída del 3,72 por ciento. Es su nivel más deprimido en más de un año. Han caído con especial virulencia las empresas relacionadas con los viajes y el turismo y también las empresas eléctricas, aunque todo el mercado se ha hundido. Las compañías eléctricas han sufrido especialmente tras conocerse que el Gobierno quiere introducir un nuevo impuesto a la energía hidroeléctrica. Es un tributo que graba el uso o aprovechamiento de las aguas continentales para la producción de electricidad. Hoy Iberdrola ha bajado un 6 por ciento.

Las volteretas han sido hoy muy llamativas en el mercado del petróleo. El crudo tipo Brent del Mar del Norte, el que sirve como referencia en Europa, ha llegado a rozar los 120 dólares, su precio más alto desde comienzos del año 2013. Sin embargo, en esa zona el mercado se ha dado la vuelta y el barril se paga esta tarde a poco más de 112. Lo último que se sabe es que la Agencia Internacional de la Energía, -que va a poner en el mercado 60 millones de barriles de crudo de sus reservas estratégica-, prepara un plan para reducir drásticamente la dependencia de Europa del crudo y el gas ruso. Además, parece que están a punto de levantarse las sanciones que Estados Unidos le impuso a Irán. Este país puede poner en el mercado un millón de barriles diarios. Y ha disminuido la tensión el mercado petrolero. Los precios de los carburantes sigue disparados. El precio medio de la gasolina sin plomo de 95 octanos alcanza ya 1,67 euros por litro.

Hoy los mercados han tenido que prestar atención también a las cifras de paro de la zona euro. La tasa de desempleo se ha situado en el 6,8 por ciento, que es su nivel más bajo desde hace, al menos, un cuarto de siglo. Hace dos años, antes del estallido de la pandemia de coronavirus, el paro en Europa se encontraba en el 7,4 por ciento. Ayer se publicó el IPC de la zona euro, que ya roza el 6 por ciento. En España está en el 7,4 y en el 7,5 en Estados Unidos. Y lo que todavía puede aumentar ante la amenaza de que se estrangulen las exportaciones de gas y petróleo de Rusia. Algunos analistas dan por hecho, ya que la inflación alcanzará los dos dígitos en ambos lados del Atlántico.

Hoy se han publicado las peticiones semanales de subsidios por desempleo en EEUU. Han sorprendido con un descenso hasta 215.000. Servirán de aperitivo a las cifras de desempleo de Estados Unidos, que se conocerán mañana. Los analistas creen que la tasa de ha reducido una décima de punto, hasta el 3,9 por ciento y estiman que la economía estadounidense creó en febrero en torno a 340.000 empleos no agrícolas. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en su comparecencia ante el Congreso, ha reiterado que subirá el precio del dinero en su próxima reunión. Lo hará en un cuartillo de punto. Y eso a pesar de los efectos negativos que tiene la guerra de Ucrania sobre el crecimiento de la economía.

Además, a lo largo del día se han ido desgranando los indicadores PMI de actividad en el sector servicios. La actividad tomó impulso en Europa y en Estados Unidos en febrero. Es un dato anterior a la invasión de Ucrania, por lo que hay que esperar un severo empeoramiento en la lectura de marzo. La actividad no manufacturera en Japón se ha enfriado debido, en gran parte, a los efectos de la pandemia de la variante ómicron de coronavirus.

Dentro de casa, el Tesoro ha resuelto hoy una nueva subasta de bonos y obligaciones. Ha captado 5.600 millones de euros, de los que mil millones han correspondido a un “bono verde” a veinte años. Estos títulos sirven para financiar proyectos que impactan positivamente en el medio ambiente.

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