Las otras víctimas del parón hipotecario

No solo la banca y los clientes se ven afectados por el impasse del Supremo. También lo sufren notarios, tasadores o promotores

Las otras víctimas del parón hipotecario

Joaquín Vizmanos

Publicado el - Actualizado

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Son las otras “víctimas”. Todas aseguran que es pronto para sacar conclusiones pero sí coinciden en que el lío que ha creado el Tribunal Supremo no es bueno para nadie. Notarios, tasadores o promotores hablan de incertidumbre. El secretario general de la Asociación Española de Promotores y Constructores (APCE), Daniel Cuervo, reconoce que esto hace “tambalear” el mercado un par de semanas. “No entiendo que se haya generado esta inseguridad jurídica en un país como España”, nos cuenta. Admite preocupación porque “al final esto supone un retraso en las firmas”. Considera que la situación nos aboca a un encarecimiento de los préstamos para comprar un piso lo que puede frenar su concesión. Por tanto existe riesgo de que se altere la buena marcha del mercado inmobiliario.

Desde Tinsa también admiten dudas pero no son tan pesimistas. El director de Estudios de la tasadora, Rafael Gil, descarta que la incertidumbre se prolongue más allá del 5 de noviembre. Por eso no espera que este caos vaya a tener una repercusión directa en la compraventa de pisos. Gil cree que no reducirá la contratación de hipotecas aunque sean más caras. En todo caso confía en que esa corrección alza de los préstamos por parte de la banca sea “proporcional” entre lo que pasarían a ingresar a Hacienda y lo que exigirían a sus clientes.

Los notarios también están a la expectativa. De momento se están limitando a informar a los usuarios que acuden a firmar una hipoteca de cómo está la situación para que sean ellos los que decidan si quieren seguir adelante o no.

La mayoría de las entidades actúa como lo venía haciendo antes de que se dictara la sentencia. Es decir es el cliente el que paga por ahora el impuesto de Actos Jurídicos Documentados. Eso sí la banca ha introducido una cláusula abierta en la que queda claro que será la entidad financiera quien lo asuma si finalmente así lo decide el Supremo. Por ahora sólo se están firmando “viejas” hipotecas, las que ya tenían fecha. No se están haciendo nuevas operaciones. El mercado está parado hasta que se aclare el Alto Tribunal.