Los bancos vuelven a convertirse en una rémora para el conjunto de la Bolsa

Las cifras de empleo de Estados Unidos han decepcionado. La tasa de paro se mantiene en el 3,5 por ciento, que es su nivel más bajo de la historia, pero la economía estadounidense ha creado tan solo 145.000 empleos no agrícolas el mes pasado. Se esperaban 165.000. El mes anterior la cifra había llegado a los 266.000. Estos números no han impedido que las Bolsas de  Wall Street marquen esta arde nuevos récords. 

Entre dos aguas han cerrado hoy las Bolsas europeas. La Bolsa de Francfort se codea con sus máximos históricos. El Ibex 35 ha bajado un 0,09 por ciento, hasta 9.573 puntos. En esta semana ha perdido un 0,7 por ciento.  Los máximos de la Bolsa española quedan muy lejos, en la zona de los 16.000 puntos que se alcanzaron a finales de 2007. El mercado no acaba de animarse con claridad. Se ha quedado rezagada en los últimos días. Se deja notar la incertidumbre existente ante las primeras medidas que tome el nuevo gobierno.  La continuidad de Nadia Calviño en el gobierno ha tranquilizado a los mercados, tanto como la llegada de José Luis Escrivá al ministerio que controlará la Seguridad Social y, por tanto, las pensiones. Escrivá procede de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, lo que garantiza una gestión ortodoxa para sostenibilidad del actual sistema de pensiones. 

Los bancos siguen  bajo presión. Por muchos factores. Los tipos de interés ultrabajos durante mucho tiempo, por los síntomas de menor actividad económica y por la incertidumbre que genera el gobierno entrante. Bankia (participada mayoritariamente por el Estado) ha perdido en pocos días un 6 por ciento de su valor. Las entidades financieras más centradas en el mercado interior (y las compañías eléctricas y las inmobiliarias dedicadas al alquiler) son las que más pueden verse perjudicadas por las medidas que propone el nuevo gobierno que, entre otras cosas, quiere aumentar la presión fiscal con especial intensidad a la sociedades financieras y controlar los precios de la energía, al tiempo que pretende incrementar los costes laborales. Bajas importantes en Caixabank y Sabadell, que son los que concentran la mayor parte de su actividad en el mercado español. Mejor defensa tienen otras entidades que están más diversificadas geográficamente, como BBVA y Santander. 

Para compensar,  las eléctricas pueden beneficiarse por un mejor trato a las energías renovables. La que no para de subir es IAG, que en las últimas horas se ha beneficiado por el descenso en el precio del petróleo y los carburantes, por la esperanza de un mayor tráfico aéreo tras los acuerdos comerciales entre China y Estados Unidos y por lo bien que han acogido los mercados la llegada de un español  a la máxima responsabilidad en el grupo. Las acciones de IAG han subido hoy un 5 por ciento y acumulan una ganancia superior al 8 por ciento en lo poco que va de año.

Tranquilidad en los demás mercados. El barril de petróleo se paga a 65 dólares y el oro a 1.559 dólares por onza, ambos están muy por debajo de los precios que alcanzaron hace un par de días. La prima de riesgo de España, estable en 67 puntos, aunque la rentabilidad de las obligaciones a diez años ha repuntado hasta el 0,44 por ciento.  El euro pierde el cambio de 1,11 dólares, mientras la libra esterlina cotiza por debajo de 1,31 dólares y de 1,18 euros. El Banco de Inglaterra ha dejado entrever que bajará el precio del dinero si la economía británica pierde fuerza con el Brexit.