Los inversores toman aliento aprovechando el Independence Day en Estados Unidos
Los mercados han recibido una inyección de vitaminas tras la menor tensión entre China y Estados Unidos
Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Los taurinos duelen decir que no hay quinto malo. Pero quizá en esta ocasión el dicho no se cumpla, al menos en la Bolsa. Hoy el mercado se toma un respiro. El índice Ibex 35 baja un 0,2 por ciento tras las primeras operaciones del día. Se coloca en 9.370 puntos. Ayer llegó a tocar los 9.400 en los mejores momentos de la sesión, lo que supone situarse más de 1.100 puntos por encima de los niveles de cierre del año pasado. En lo poco que va de mes, la Bolsa se ha revalorizado un 2 por ciento.
Hoy los inversores no contarán con la referencia de Wall Street, donde se celebra el día de la Independencia. Ayer el índice Nasdaq de empresas tecnológicas firmó un nuevo récord histórico. Se mueve ya en las mismas puertas de los 3.000 puntos. Y los demás índices de Wall Street no andan muy lejos de sus máximos. El Dow Jones de valores industriales acaricia los 27.000 puntos, un nivel que nunca ha alcanzado en la historia.
Ahora los mercados esperan las cifras de paro de Estados Unidos, que se conocerán mañana, viernes. Es una cita obligada. Los analistas creen que la tasa se mantendrá en el 3,6 por ciento. Esperan que la economía estadounidense haya creado en torno a 165.000 empleos no agrícolas el mes pasado, frente a los 75.000 que se crearon en mayo.
En general los mercados han recibido una inyección de vitaminas tras la menor tensión entre China y Estados Unidos y tras aumentar la esperanza de nuevas medidas de estímulo económico por parte de los grandes bancos centrales. El nombramiento de Christine Lagarde, -que abandonará el Fondo Monetario Internacional-, como presidenta del BCE garantiza la continuación de la política expansiva del presidente saliente, Mario Draghi. Las Bolsas han respirado con alivio al relegarse al olvido la posibilidad de que un “halcón alemán” alcance la presidencia del BCE. Sonaba con fuerza el nombre de Jens Weidmann, especialmente contrario a las medidas de estímulo económico. El relevo al frente de la autoridad monetaria europea se producirá en octubre.
Los mercados celebran la tranquilidad que aportan unos bancos centrales dispuestos aparentemente a hacer lo que sea necesario para evitar un mayor enfriamiento de la economía. En Estados Unidos el presidente Trump estudia poner al frente de la Reserva Federal a una persona decidida a bajar con agresividad los tipos de interés. Según parece, el actual presidente, Jerome Powell, ha perdido la confianza del inquilino de la Casa Blanca, a pesar de que ha dado su brazo a torcer y ha dejado la puerta abierta a nuevos recortes en el precio del dinero. El próximo comité de mercado abierto de la Reserva está previsto para finales de mes (los días 30 y 31), muy poco después del consejo del BCE, que se celebrará el día 25.
El horizonte marcado por tipos de interés más bajos en medio mundo ha provocado una caída generalizada de rentabilidades en el mercado de deuda pública. El Tesoro español vuelve hoy al mercado en busca de financiación. Colocará bonos y obligaciones. Lo hará en un entorno muy favorable, porque en las últimas semanas se han reducido sustancialmente la rentabilidad de estos activos. El rendimiento de los bonos españoles a diez años marca hoy nuevos mínimos. Ofrecen una rentabilidad del 0,21 por ciento.
La prima de riesgo española cae a 60 puntos, un nivel que no se veía desde hace al menos diez años. Los analistas no esperan una caída mucho más acentuada. No esperan que se vaya más allá de los 50 puntos. Muy lejos en cualquier caso de los 117 puntos en los que terminó el año pasado.