Los pésimos datos de inflación provocan un terremoto en la Bolsa y en el mercado de divisas

Dentro de casa el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.390 puntos con una caída del 3,68 por ciento

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Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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Los mercados han naufragado estrepitosamente hoy ante la nueva batería de preocupantes indicadores de inflación y ante las peores previsiones de crecimiento económico. El IPC de Estados Unidos se ha disparado hasta el 8,6 por ciento, con una tasa subyacente del 6 por ciento. Son sus peores registros de los últimos cuarenta años. Desde 1981 concretamente. La primera derivada ha sido una caída de las Bolsas, una mayor tensión en el mercado de deuda y un fortalecimiento del dólar. La Reserva Federal, con estos datos encima de la mesa, va a tener que endurecer más deprisa y más profundamente su política monetaria, va a tener que ser más agresiva para intentar atajar la inflación, pese a su previsible impacto sobre el crecimiento económico. Esta tarde el euro se cambia por poco más de 1,05 dólares.

El encarecimiento del dólar encarece las importaciones europeas de gas y petróleo, que se pagan en dólares, mientras las subidas en el precio del dinero encarecen los créditos hipotecarios y también la financiación de las empresas y de la deuda pública. La directora de Tesoro de EEUU y ex presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, ha asegurado que la subida de la inflación ha llegado para quedarse. Ya no cree que el repunte de los precios sea un fenómeno pasajero, como defendía hace unos meses.

Dentro de casa las cifras también son espeluznantes. Los alimentos y la energía están en sus precios más altos de más de un cuarto de siglo. La tasa general de inflación se mantiene en el 8,7 por ciento. El IPC subyacente, sin contabilizar estos elementos más volátiles, roza el 5 por ciento. La elevada inflación empobrece a toda la población, en especial a los menos favorecidos.

El Banco de España ha rebajado sus estimación de crecimiento para este año desde el 4,5 al 4,1 por ciento. Mantiene su previsión de inflación por encima del 7 por ciento. Paralelamente, el Bundesbank, el banco central alemán, ha rebajado a la mitad su pronostico de aumento del PIB y ha duplicado sus previsiones de inflación. Ha podado drásticamente su estimación de PIB para este año del 4,2 al 1,29 por ciento, mientas ha elevado la de inflación del 3,6 al 7,1 por ciento.

Con estos mimbres la Bolsa ha tejido un cesto de color rojo sangre. Wall Street pierde esta tarde entre un 2,5 y un 3 por ciento. Dentro de casa el índice Ibex 35 ha cerrado en 8.390 puntos con una caída del 3,68 por ciento. La semana se salda con una pérdida del 3,8 por ciento. Solo se ha salvado de la quema Aena, que espera una mejora en el tráfico en sus aeropuertos. Algo menos que la media ha bajado Repsol, que ha vendido un 25 por ciento de su filial de energías verdes a EIP y Crédit Agricole Assurance, en una operación que gusta al mercado. Como punto de incertidumbre los analistas recuerdan que Repsol extrae en Argelia un 9,5 por ciento de su producción total de petróleo y tiene varios proyectos en marcha en aquél país. Y últimamente se han crispado las relaciones entre gobierno español y el argelino.

Han bajado con fuerza los bancos, en especial BBVA, que se ha desplomado un 9 por ciento lastrado por la debilidad de la lira turca. Tras su oferta de compra, BBVA ha alcanzado un 86 por ciento del capital del banco turco Garanti, por lo que los mínimos de la lira afectan cada vez más a sus cuentas. Santander, Caixabank, Sabadell y Bankinter se han dejado más de un 6 por ciento. Las previsiones de menor actividad económica y el repunte en la rentabilidad de los bonos castigan al sector.

Caídas en Sacyr y Acciona Energía, que van a incorporarse al índice Ibex 35. Recortes también en Cie Automotive y Laboratorios Almirall, que abandonarán este indicador. Entre los valores más pequeños ha bajado con fuerza Ercros, que hoy ha celebrado junta de accionistas. La empresa espera un beneficio superior a los 40 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone duplicar los resultados del mismo periodo del año anterior.