Luis, parado de larga duración: “Tengo miedo de no volver al mercado laboral”

Tiene 54 años y lleva 18 meses buscando un puesto de trabajo pero no hay forma de lograrlo, a pesar de tener un curriculum envidiable

Luis, parado de larga duración: “Tengo miedo de no volver al mercado laboral”

Joaquín Vizmanos

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Luis reconoce que le cuesta dormir por las noches. Lleva 18 meses buscando un puesto de trabajo pero no hay forma de lograrlo, a pesar de tener un curriculum envidiable. Ha hecho “siete u ocho entrevistas”. Cree que el problema es su edad. Tiene 54 años, cargas familiares. “En este país lo que se busca ahora son trabajadores con mi experiencia pero jóvenes, con 35 años y que cobren menos”, asegura a COPE. Como él otros muchos. Los parados senior, mayores de 45 años, suman 1,2 millones de personas. Casi 700.000 de ellos son desempleados de larga duración.

Este ingeniero de caminos, con un MBA, estuvo muchos años trabajando en puestos de responsabilidad en FCC y OHL. En 2001 fichó por Abengoa. En 2017 todo empezó a torcerse. Su nombre apareció en el ERE al que se vio abocada la empresa tras sus problemas financieros. Desde entonces ha tenido algún empleo puntual en subcontratas de Telefónica y Orange, como instalador de fibra. Ha tirado de contactos pero desde hace año medio no encuentra nada y la prestación se le está a punto a agotar.

“Tengo realmente miedo a que se haya acabado mi vida profesional”, admite con pesar. Me queda tiempo para llegar a la edad de jubilación y tengo “mucha incertidumbre”, sobre todo porque ve que la situación del mercado de trabajo en España se empieza a complicar de nuevo. Asegura que se ha venido abajo unas cuentas veces aunque todavía “no he caído en la depresión”. Afirma que “se nota sobre todo en el sueño, se lleva muy mal” y que intenta hacer deporte “para mantenerme vivo”. Dice que está dispuesto a eliminar elementos de su curriculum para tener más posibilidades. “Tengo un premio de la Nasa que no sé si me favorece o me perjudica”, señala compungido. Ya está dispuesto a trabajar “de lo que sea” y por supuesto ha rebajado sus pretensiones económicas. “Al principio cuando terminas un trabajo intentas equiparar el sueldo que tenías pero luego te das cuenta de que eso es una entelequia total. Empieza bajar, primero un 20%. Luego más. Ahora mismo estoy dispuesto a ganar la mitad de lo que cobraba antes”.

Luis no confía mucho en los Servicios Públicos de Empleo. “Para perfiles como el mío ya me lo dejaron muy claro: no esperes que te venga absolutamente nada de nuestra parte”. De momento para “lo único que me ha servido es para hacer algunos cursos de formación, como el que hago ahora de Big Data, de transformación digital que me permiten estar al día para intentar seguir activo”.