Un mercado de barrio que se ha reinventado
Manteniendo el servicio tradicional y personal de los tenderosa, le ha dado la réplica a los grandes
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No todo son malas noticias para la economía. Algunos autónomos se han tenido que adaptar para continuar con su negocio, se han reinventado con excelentes resultados. Han conseguido, incluso, revitalizarlo. Es el caso de un mercado de barrio en Madrid. Con la crisis sanitaria habia que dar una respuesta a las compras online y los repartos si querían sobrevivir frente a los supermercados. Se han unido todos los puestos y reparten la compra completa a domicilio en pocas horas. Desde un gallo hasta un bote de pepinillos o, incluso, dulces si se hace “dieta Bridget Jones”.
Cómo salvar el negocio
Sus ventas han aumentado considerablemente. Una web y un teléfono, mucho más personal, más directo, como prefieren muchas personas mayores o quienes no tienen internet. Víctor Moreno, dueño de la pescadería, fue el impulsor de la idea. “Fue de un día para otro, no nos dedicábamos a eso, pero queríamos dar un buen servicio, tratar bien a la gente y la verdad es que ha funcionado desde el primer dia”. Está todo perfectamente organizado. “Susana recoge el pedido por teléfono, lo pasa a un grupo de WhatsApp en el que están todos y Bea lo va recogiendo por los puestos". Tienen dos repartidores durante todo el dia y “se cobra preferentemente con tarjeta, pero si se abona en metálico le llevamos la vuelta exacta”.
A las 3 de la mañana como siempre
“Estamos muy contentos ayudando a la gente”, pero también conocen su riesgo. Víctor se sigue levantando a las 3 de la mañana, va a Mercamadrid a comprar y está casi todo el dia fuera. Tiene un niño pequeño, su mujer también trabaja y cuando llegan a casa van directamente a la ducha y la ropa a la lavadora. “Seguimos las precauciones que Sanidad nos han dado”. Es testigo de la “ruina” de la hostelería. Servía a muchos restaurantes que “están cerrados, con los trabajadores en la calle y con enormes dificultades económicas. La gente lo está pasando muy mal". Ellos han conseguido reinventarse, manteniendo el servicio tradicional y personal de los tenderos, y le han dado la réplica a los grandes.