Un plan presupuestario “electoral”
Se apoya en previsiones optimistas y lanza guiños a colectivos clave. Compromete más de 4.600 millones en subida de pensiones y salario de funcionarios
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El plan presupuestario que el Gobierno en funciones ha remitido a Bruselas, apurando plazos, suena a acto de campaña, podría formar parte del programa electoral del PSOE porque niega el evidente frenazo económico. Sí, rebaja la previsión de crecimiento del PIB pero de forma muy moderada, menos de lo esperado. Una décima la este año, al 2,1%, y otra la de 2020, al 1,8%. Lo achaca “casi en exclusiva” a la revisión del INE, no a los nubarrones que hay fuera. Sin duda rezuma más optimismo que el Banco de España o que los servicios de estudios de Funcas y BBVA que en los últimos días han recortado por ejemplo la estimación para 2019 hasta el 1,9%.
Sorprende además que no solo niegue impacto en el empleo sino que aquí incluso revise al alza sus proyecciones. Ahora estima que el número de ocupados aumentará a tasas del 2,3% (hablamos de empleo equivalente a tiempo completo) en 2019, lo que supone dos décimas más que su anterior estimación y solo dos décimas menos que en 2018. De cara a 2020, el Gobierno prevé un avance del empleo del 2%, también dos décimas superior a su previsión anterior. En otras palabras, el empleo crecerá por encima del PIB.
También resulta chocante que mantenga los objetivos de reducción de deuda y déficit público para este año. Este último en el 2% del PIB cuando la mayor parte de los expertos creen que estará en el 2,4%. Con una economía en ralentización el Gobierno cifra en 2020 en más de 2.300 millones de euros el aumento de la recaudación con los cambios fiscales ya previsto.
Guiños a pensionistas y funcionarios
El plan presupuesto no lleva nuevas medidas a la espera del nuevo Ejecutivo que salga de las elecciones. Solo hay dos excepciones, dos guiños para contentar a dos colectivos clave, importantes caladeros de voto: pensionistas y funcionarios. Se compromete ante Bruselas a subir las pensiones un 0,9%. En cuanto al sueldo de los empleados públicos, recoge un alza del 2% tal y como dejó pactado Montoro con sus representantes sindicales. Ambas medidas suponen una factura superior a los 4.600 millones de euros (3.264 millones por el aumento del sueldo de los funcionarios, y otros 1.404 millones por las pensiones).
Da la impresión de que se quiere conseguir la cuadratura del círculo. La proximidad de las elecciones hace que Sánchez se ponga de espaldas ante la crisis que viene lo que es un ejercicio de imprudencia. Ya vimos lo que pasó con Zapatero y las consecuencias que tuvo.