Preguntas y respuestas sobre el paro: récord de empleo a las puertas de la reforma laboral

El gobierno lo había adelantado. Noviembre se estaba comportando bien en materia de empleo, se mantenía la tendencia positiva de los últimos meses y así ha sido. Ya no sólo podemos decir que hemos recuperado niveles de ocupación previos a la pandemia sino también niveles de paro más bajos que antes de la llegada del virus. Aún así, más de 3 millones de personas siguen paradas, una cifra muy elevada, duplicamos la media europea en tasa de paro y la recuperación va a ser más lenta de lo que se esperaba. Vamos por partes.

Mayor bajada de paro de la serie histórica

Noviembre dejó 74.381 personas menos en el paro, es el mayor descenso en un mes de noviembre de la serie histórica. La cifra total de parados quedó en los 3.182.687 y por primera vez estamos por debajo de niveles previos a la pandemia. Si comparamos con febrero de 2020, antes del inicio de la crisis sanitaria, nos salen 63.360 parados menos, pero si comparamos con el último mes de noviembre previo a la pandemia, el de 2019, esa diferencia es menor, apenas 15.000, lo que refleja que la línea sigue siendo aún muy fina. Además, hay que tener en cuenta que en esas cifras no computan los casi 126.000 trasbajadores que aún siguen en Erte y que al menos 135.000 autónomos siguen recibiendo algún tipo de ayuda para poder seguir adelante con su actividad. En definitiva, si sumamos el paro registrado con los trabajadores en erte, el desempleo efectivo, aún seguimos por encima de niveles prepandemia. Pero sin duda el dato de paro es bueno, nueve meses consecutivos de rebajas. El mes pasado bajó en todos los sectores pero sobre todo en el sector servicios, con 48.528 parados menos respecto a octubre, seguido del colectivo sin empleo anterior con 7.756 parados menos, la industria con 7.689 desempleados menos, la agricultura donde el paro se rebajó en 6.072 personas y por último la construcción con 4.336 desmpleados menos.

Récord en afiliados y en contratos firmados

La creación de empleo mantuvo la buena tendencia de los últimos meses. 61.768 afiliados más de media en noviembre dejando la cifra total de ocupados medios en los 19.752.358. La afiliación se mantiene por tanto por encima de niveles previos a la pandemia, casi 300.000 cotizantes más que frebrero de 2020 y unos 400.000 más que en noviembre de 2019. Sigue siendo el sector el sector servicios tira de la creación de empleo aglutinando casi el 70% de los nuevos puestos de trabajo, seguido de la industria, la construcción y la agritultura. Vemos que la hostelería sigue perdiendo afiliados, se dejó unos 63.000 frente a la educiación que sumó casi 30.000. Otro dato a descatar es que en noviembre se firmaron más de 2.000.000 de contratos, 250.000 contratos más que en noviembre de 2019. Y no sólo hubo récord de contratos firmados sino también de indefinitos, casi 300.000, un 14% del total, la cifra más alta de la serie historica, aunque evidentemente la temporalidad sigue siendo una de las lacras de nuestro mercado laboral. En definitiva, un mercado laboral que consolida su recuperación pero con incertidumbres por una reforma laboral que podría no contar con el beneplácito de los empresarios y unas restricciones en aumento por el alza de los contagios.

¿Cómo puede ser que el empleo se recupere más rápido que el PIB?

Es la gran paradoja. Mientras el mercado laboral alcanza niveles previos a las crisis el crecimiento sigue sin despegar y habrá que esperar hasta el 2023 para poder recuperar niveles de crecimiento previos a la pandemia. Los expertos lo explican, entre ellos desde Ranstad Research, por el fuerte impulso de la creación de empleo en el sector público, que lógicamente no tiene un impacto significativo en términos de PIB , 200.000 empleos netos más que antes de la crisis, y por otro lado empresas de determinados sectores que se ven obligadas a tener incorporada a casi la totalidad de la plantilla para poder mantener la actividad tenga una mayor o menor producción, como puede ser el caso de un hotel o autónomos que mantienen la afiliación a pesar de la caida de la actividad.