El presidente de la Reserva Federal tumba a la Bolsa, debita al euro y tensiona el mercado de bonos

El índice Ibex 35 cierra el martes en 9.409 puntos, con una pérdida del 1,05 por ciento

Bolsa, imagen de archivo

Fernando Mañueco

Publicado el - Actualizado

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El índice Ibex 35 cierra el martes en 9.409 puntos, con una pérdida del 1,05 por ciento. En los mejores momentos del día ha llegado a los 9.530. Los analistas técnicos sitúan el primer nivel de soporte en torno a los 9.250 puntos. Si perdiera esta zona el siguiente suelo hay que buscarlo en los 9.100. Pero de momento, los mercados andan lejos de esos niveles. Han bajado Telefónica, Inditex, los bancos y las acereras. El valor más castigado ha sido Indra. No han gustado los cambios en su cúpula directiva.

Los mercados han escuchado esta tarde con atención al presidente de la Reserva Federal. Jerome Powell ha presentado su informe semestral ante el Senado de Estados Unidos. Mañana lo hará ante el Congreso. Ha sido más duro de lo que se esperaba. Ha reiterado su convencimiento de que hacen falta más subidas de tipos de interés para doblegar la inflación. Ha dejado claro que mantendrá la política monetaria restrictiva hasta que “el trabajo esté hecho”. Y que podrá acelerar el ritmo de subida de tipos si es necesario.

Así que crecen las probabilidades de que la Reserva aumente medio punto su tipo de interés el próximo día 22. Hasta ahora el mercado había descontado un alza de un cuartillo de punto. También crecen las probabilidades de que el techo sea más alto de lo que se esperaba. La reacción de los mercados ha sido inmediata. Han bajado las Bolsas, ha bajado el precio de los bonos (con la consiguiente subida de su rentabilidad) y se ha debilitado el euro frente al dólar. Esta tarde el euro se cambia por menos de 1,06 dólares. El rendimiento del T-bond de Estados Unidos vuelve a rozar el 4 por ciento. También ha bajado el precio del petróleo ante la previsión de un mayor enfriamiento de la actividad económica en EEUU. El barril de crudo del Mar del Norte se paga esta tarde a 84 dólares.

Por su parte, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha asegurado que revisará al alza su previsión de PIB para 2023 ante la resiliencia de la economía. De Cos cree que la inflación subyacente se mantendrá elevada a corto plazo, pero que irá moderándose progresivamente. Hoy se ha conocido que la producción industrial se ha contraído en España cuatro décimas en enero, frente al aumento de seis décimas en el mes anterior.

La otra gran cita de la jornada ha sido la colocación de letras del Tesoro. La tesorería pública ha recibido una fuerte demanda, superior a los 8.000 millones de euros en la subasta de letras a 6 y 12 meses que se ha resuelto esta mañana. Ha colocado un total de 4.930 millones de euros, de los que algo más de 4.000 corresponden al plazo de un año. La rentabilidad del papel seis meses alcanza el 3,114 por ciento, mientras las letras a doce meses ofrecen una rendimiento del 3,295 por ciento. En ambos casos es un nivel que no se veía desde hace quince años. Son rentabilidades muy elevadas, al menos en comparación con la pobre oferta de los depósitos bancarios, pero no basta para enjugar los efectos y el mordisco de la inflación. Según el último dato conocido, la tasa de inflación general anual se sitúa en el 6,1 por ciento, con la tasa subyacente en el 7,7.

A cierre de 2022 los ahorradores españoles tenían en cartera cerca de 2.000 millones de euros en letras del Tesoro. Hace un año los particulares apenas tenían letras en su poder, ya que estos títulos ofrecían rentabilidad negativa. A cierre de febrero, y solo mediante la web del Tesoro, los ahorradores particulares han comprado este año 2.360 millones de euros en letras. Esa cifra quintuplica la de todo lo que se vendió por esa vía en el conjunto del ejercicio 22.

La semana pasada el Tesoro colocó bonos y obligaciones con vencimiento a 3, 7 y 10 años, además de títulos a 15 años referenciados a la inflación. Recibió una sólida demanda superior a los 12.000 millones de euros. Al final adjudicó 6.500 millones. El rendimiento del bono a tres años ha pasado del 2,93 al 3,44 por ciento, mientras la rentabilidad del papel a siete años ha alcanzado el 3,52 por ciento, frente al 3,21 anterior. Las obligaciones a diez años han pasado del 3,17 al 3,77 por ciento. La próxima semana el Tesoro venderá bonos y obligaciones y también letras a 3 y 9 meses.