La semana termina con las Bolsas pendientes del petróleo y de las criptodivisas
El índice Ibex 35 cierra el día en 9.203 puntos, con una ganancia del 0,76 por ciento
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Los mercados han digerido bien los datos de inflación que se han publicado hoy en España y ayer en Estados Unidos. El IPC español ha repuntado en mayo hasta el 2,7 por ciento, que es su nivel más alto de los últimos cuatro años. En Estados Unidos la inflación se ha desmelenado por completo hasta alcanzar el 5 por ciento. Desde hace 13 años no se veía un dato así de llamativo. Pero los inversores consideran que este repunte de los precios será pasajero y coyuntural, así que se lo han tomado con calma.
De hecho las Bolsas de Wall Street se codean con sus máximos históricos. Dentro de casa, el índice Ibex 35 cierra el día en 9.203 puntos, con una ganancia del 0,76 por ciento. La semana bursátil ha sido positiva. En lo que va de año la Bolsa acumula una revalorización superior al 13 por ciento.
La subida de las materias primas tiene mucho que ver con las tensiones inflacionistas. El precio del petróleo del Mar del Norte se mantiene por encima de 72 dólares por barril, su nivel más alto en más de dos años. Hace solo seis meses se pagaba a menos de 50 dólares. Y hace un año el barril de crudo no llegaba a los 30. El vice primer ministro del gobierno de Rusia, Alexander Novak, ha asegurado que el precio actual del petróleo es “suficientemente bueno” porque refleja el equilibrio entre la oferta y la demanda. Pero Novak espera un sólido aumento de la demanda en el tercer trimestre del año.
En el mercado de deuda pública el rendimiento del bono de Estados Unidos a diez años se ha reducido hasta el 1,44 por ciento, cuando hace dos meses superaba el 1,7 por ciento. También es verdad que el año pasado por estas fechas su rentabilidad apenas alcanzaba el 0,7 por ciento. Las obligaciones españolas al mismo plazo ofrecen un rendimiento del 0,37 por ciento. El descenso en la rentabilidad de la deuda favorece a las empresas con mayor endeudamiento, como las eléctricas o Telefónica, por ejemplo. La agencia Fitch revisa hoy su calificación de la deuda española. Un pesimista estudio realizado por Euler Hermes señala que España tardará cerca de 90 años en recuperar los niveles de deuda pública que tenía antes de la pandemia. Según el estudio, Alemania recuperaría esos mismo niveles dentro de siete años, Italia tardaría 26 años y Francia, 67. En todos los países se ha disparado el endeudamiento como consecuencia de las medidas de reactivación económica que se han puesto en marcha por la pandemia.
En las criptodivisas, el Bitcoin se recupera tras el batacazo de las últimas sesiones. Se paga a 37.000 dólares cuando a comienzos de la semana apenas superaba los 31.000. El Salvador será el primer país del mundo en aceptar el Bitcoin como moneda de curso legal. El joven presidente del país, Nyib Bukele, confía en que esta criptomoneda ayude a miles de personas que se encuentran fuera de los canales de la economía formal y que ayude a la propia actividad económica. En El Salvador, un 70 por ciento de la población no tiene una cuenta bancaria.
Las grandes gestoras españolas de fondos de inversión no tomarán posiciones en criptodivisas, a pesar de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha abierto la puerta a que puedan hacerlo. Las gestoras de los grandes bancos consideran que los criptoactivos se encuentran todavía en fase muy temprana de su desarrollo y todavía hay mucha incertidumbre.
China ha tomado medidas contra la minería de las criptodivisas al tiempo que ha prohibido las operaciones financieras con bitcoins. También la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo quieren endurecer la regulación de las “criptos”. Los expertos que aseguran que todavía están muy lejos de convertirse en una forma eficiente de pago debido a su volatilidad y a su alto grado de especulación. La Reserva considera que generan más riesgos que ventajas para los usuarios y para el sistema financiero en general. Además, tanto el Tesoro de Estados Unidos como el Banco Central Europeo han advertido sobre el posible uso de las criptomonedas para transacciones ilícitas, como lavado de dinero o financiación de actividades terroristas. El BCE apuesta por una regulación global para las criptodivisas, así como por actuaciones coordinadas en todo el mundo para evitar que estos activos se utilicen para fines ilegales.