Ni fú ni fa en unos mercados que esperan noticias del BCE

El Ibex 35 baja un 0,21 por ciento y se sitúa en los 9.059 puntos

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Fernando Mañueco

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Con pequeños altibajos han operado hoy las Bolsas. Ni chicha ni limoná. Sólo algunos valores han mostrado importantes volúmenes de negocio y movimientos amplios, pero en general los inversores han dejado pasar el día a la espera del importante consejo que celebrará mañana el BCE. Los tibios datos de actividad económica  justifican por si solos  la adopción de nuevas medidas de estímulo en Europa, aunque las expectativas  se han moderado sustancialmente en las últimas horas. Lo último que se sabe es que el PIB de la eurozona se ha enfriado hasta un tímido 0,2 por ciento, mientras la inflación apenas alcanza el 1 por ciento, la mitad de lo que el BCE considera deseable.

Existe por tanto mucha expectación por comprobar qué medidas anuncia la autoridad monetaria europea. Se barajan numerosas posibilidades en una extensa panoplia, pero en su fuero interno los mercados no descartan que el BCE decepcione y opte por un perfil muy bajo. Se espera un nuevo programa de compra de bonos, que podría extenderse también a la compra directa de acciones. Y no se descarta que reduzca el precio del dinero, que se mantiene desde hace muchos meses en el cero por ciento. Lo podría dejar por tanto en negativo. Se habla del menos 0,2 por ciento. También podría modificar el tipo de depósito, que actualmente se encuentra en el menos 0,40 por ciento. Es la penalización que deben pagar las entidades financieras por dejar aparcados sus excedentes de liquidez en el BCE.  Podría situarlo en menos 0,5 o incluso en el menos 0,6 por ciento, aunque también podría escalonar su aplicación para que no fuera tan negativo y costoso para las entidades financieras. Pero podría no hacer nada de eso y limitarse a alguna medida menor y a lanzar, eso sí, un aviso de que tomará en el futuro las medidas que en esta ocasión se deje en el tintero. El de mañana será el penúltimo consejo de Mario Draghi al frente de la entidad, antes de dejar su silla a Christine Lagarde.

Mientras tanto, el presidente Trump ha vuelto a presionar al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, para que baje más el precio del dinero e incluso lo sitúe en negativo. La Fed tiene prevista su próxima reunión el miércoles venidero, día 18. 

Con estas referencias, el índice Ibex 35 ha bajado un 0,21 por ciento, hasta 9.059 puntos.  Ha caído con fuerza  Inditex, que ha publicado resultados trimestrales. Sus acciones se han dejado cerca de un  4 por ciento, pero acumulan todavía una revalorización del 25 por ciento en lo que va de año. El beneficio ha aumentado un 10 por ciento al cierre de su primer semestre fiscal, hasta 1.549 millones de euros. Las ventas han crecido un 7 por ciento hasta 12.800 millones. Son cifras muy sólidas, pero los inversores han aplicado aquello de comprar con la posibilidad y vender con la confirmación.

Se han frenado Repsol y los bancos, que se han mostrado muy animados en las sesiones anteriores. Ha llamado la atención la subida vertical de Siemens Gamesa.  Su matriz, la multinacional Siemens, ha anunciado que sacará a Bolsa su negocio energético, incluida su participación en el capital de Siemens Gamesa.   Hoy ha debutado en el mercado alternativo bursátil, MAB, la urbanización de lujo La Finca Global Assets. Ha cerrado a 4,70 frente a un precio de referencia de 4,66 euros por acción. 

En los demás mercados, el euro cotiza al ras de los 1,10 dólares, pierde algo de fuerza, mientras la libra esterlina se mantiene por encima de 1,23 dólares. El parlamento británico ha rechazado de nuevo la convocatoria anticipada de elecciones y ha cerrado sus puertas hasta mediados de octubre.  Los rumores de mercado dan por hecho que el primer ministro británico abandonará su estrategia agresiva y finalmente intentará alcanzar un acuerdo de salida con la Unión Europea. Por su parte, la primera ministra de Alemania, Angela Merkel, considera que todavía hay muchas probabilidades que el Brexit se produzca de forma ordenada y con acuerdos entre el Reino Unido y la Unión Europea.

El dinero sale de la deuda, del oro y de los valores energéticos de la Bolsa. Todos ellos han cumplido con nota su papel de refugio para los tiempos difíciles.  Ahora que la situación empieza a mejorar, aunque sea de forma muy tímida, la liquidez de los inversores internacionales dirige de nuevo a los activos con más riesgo, en busca de oportunidades.  El oro cotiza de nuevo por debajo de 1.500 dólares por onza, cuando hace pocos días llegó a superar la cota de los 1.550. En el mercado de deuda, el rendimiento del bono a diez años repunta hasta el 0,27 por ciento. El bono alemán equivalente ofrece un menos 0,56 por ciento.