La técnica infalible que debes aplicar para gastar menos dinero al hacer la compra: paso a paso
Una técnica de compra inversa que permite optimizar las compras y sacarle el máximo provecho a los productos de los que ya se dispone para no gastar en exceso
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hacer la compra en España puede traer consigo un gran gasto de dinero cada vez que vamos al supermercado a obtener productos de primera necesidad o alguna puntual que queramos hacer en algún momento. Podemos pararnos a pensar por un momento en qué tipo de productos invertimos nuestro dinero y como podríamos hacer para reducir su factura. Ver como hacemos para gastar menos dinero y que tipo de compra resulta ser algo prescindible a fin de cuentas.
Los expertos aseguran que no seguimos los pasos correctos a la hora de encarar el momento de hacer la compra. Por ello, podemos implementar maneras para realizarla de un modo responsable y que traiga menos gasto y marcar un equilibrio. Es decir, se puede establecer una técnica inversa, un método que sin duda puedes conseguir que te ayude a ahorrar en la cesta.
¿En qué consiste la técnica inversa?
Siempre tiramos comida y acumulamos productos en nuestra despensa que finalmente los tiraremos a la basura. Podemos acabar multiplicando aquello que tenemos en casa. Hacer la lista de la compra a la inversa se lleva a cabo anotando aquello que tenemos a nuestra disposición en nuestro domicilio. Se optimizan en mayor medida los recursos y no se compra de más. Cogemos lo que realmente se necesita y no hay excesos.
La comida es dinero que en definitiva se puede ahorrar. Se puede vivir con lo justo sin necesidad de invertir demasiado. Los productos y compra que hagas se complementarán perfectamente con aquellos que tengas ya en tu casa. De este modo, se ahorrará y se emplearán todos los productos que se tiene en disposición.
Venta de alimentos contra el desperdicio
Más allá de esta técnica, vivimos en un mundo donde la sostenibilidad y el consumo responsable están a la orden del día, existen supermercados donde se ofrecen grandes descuentos en diferentes productos que estén próximos a caducar. Se contribuye de este modo a reducir el gran gasto económico y alimentario que supone desperdiciar alimentos. Un problema que trae consigo graves efectos para el medioambiente.
Los supermercados identifican productos frescos cercanos a su fecha de caducidad, tales como frutas, verduras, carnes, lácteos, pescado y panadería. Se hace una evaluación de los productos y su calidad, descartando todos aquellos productos que no sean aptos para el consumo. Se toma en consideración también factores tales como la apariencia, textura, olor y fecha de caducidad.
Es muy sencillo encontrar este tipo de productos, ya que se encuentran en secciones muy específicas. Los descuentos son progresivos, ya que se van abaratando mientras se acerca la fecha de caducidad en la que el producto ya no es apto para el consumo.
El inventario se gestiona de modo que los productos que caducan más temprano se vendan antes que aquellos que tienen una fecha posterior. Se realiza un seguimiento exhaustivo de los productos y los alimentos y se está en permanente contacto con proveedores y distribuidores para la recepción y gestión de productos frescos.
Se hace saber a los clientes de la disponibilidad de estos productos a través de los canales de redes sociales, folletos, carteles y aplicaciones móviles.