La tibieza, la escasa actividad y las dudas mandan un día más en una Bolsa que necesita más datos

La Bolsa está a punto de firmar una de sus semanas más aburridas y menos brillantes de los últimos meses. El encefalograma ha sido casi plano. Poca actividad y movimientos cortos. El índice Ibex 35 arranca en 9.465 puntos, con una suave mejora del 0,15 por ciento. Los inversores se limitan a ver los toros desde la barrera. Faltan datos. Las incógnitas son muchas y justifican sobradamente la prudencia de los mercados. Los bolsistas esperan los resultados de las elecciones de este domingo en España y esperan también las decisiones que anuncien la próxima semana la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo. Además, en los próximos días publicarán resultados las grandes empresas españolas. Hoy ha rendido cuentas Bankinter. Su beneficio ha crecido un 54 por ciento en el primer semestre del año, hasta 418 millones de euros. La entidad ha abonado 77 millones de euros por el nuevo impuesto a las entidades financieras.

Hoy se publican la balanza comercial de España y la confianza del consumidor de la zona euro. Ya se sabe que en Alemania los precios a la producción se han contraído tres décimas en junio en tasa mensual. Se esperaba una reducción algo mayor. Ayer se conoció que la inflación en la eurozona se ha moderado del 6 al 5,5 por ciento en su tasa general. Ha encadenado una serie de ocho meses consecutivos con descensos y se sitúa en su nivel más moderado desde el comienzo de la guerra en Ucrania. En octubre del año pasado, la inflación marcó en la zona euro su máximo, por encima del 10,5 por ciento.

La mala noticia es que la inflación subyacente (que no contabiliza los elementos más volátiles) ha repuntado dos décimas, hasta el 5,5 por ciento. Es una décima peor de lo que se preveía. Esta es la referencia que más tiene en cuenta el Banco Central Europeo. En menos de un año el BCE ha disparado el precio del dinero desde el cero hasta el 4 por ciento. Se da por hecho que el jueves de la próxima semana la autoridad monetaria europea subirá otro cuarto de punto su tipo de referencia.

Ayer se publicó también el IPC del Reino Unido. En junio, la inflación británica se ha situado en el 7,9 por ciento, frente al 8,7 del mes anterior. La subyacente -sin contabilizar energía ni alimentos frescos- se ha reducido apenas dos décimas, hasta el 6,9 por ciento. La Bolsa de Londres ha dado por buenas estas cifras. Su índice FTSE 100 subió ayer con fuerza.

En Estados Unidos se conocerán hoy las peticiones semanales de subsidios por desempleo y las ventas de casas de segunda mano. El mercado inmobiliario y el mercado laboral son, junto con la inflación, las grandes referencias que condicionan las decisiones de la Reserva Federal. Los analistas dan por hecho que el próximo miércoles la Reserva subirá el precio del dinero, otro cuartillo. Falta por saber si es la última subida. En el mercado fuera de hora bajan con fuerza las acciones de Tesla y Netflix, que ayer publicaron sus resultados.

El Tesoro español resolverá esta mañana la última subasta de deuda de este mes. Coloca bonos y obligaciones con diferentes vencimientos entre 3 y 27 años. Quiere captar hasta 6.500 millones de euros. En agosto la tesorería pública tiene previstas dos subastas de letras -los días 8 y 16- y otras dos de bonos y obligaciones que tendrán lugar los días 3 y 17.