Tokenización, tarjetas bancarias sin número, así ha cambiado el covid nuestra forma de comprar

A falta de ver cómo se está comportando el comercio minorista a finales de año las cifras del mes de noviembre reflejan una caída del consumo

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Marta Ruiz

Publicado el - Actualizado

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La pandemia ha obligado a adaptar muchas de nuestras rutinas y en algunos casos ha acelerado procesos de cambio en los que ya estábamos inmersos. Durante los meses de confinamiento, por ejemplo, las compras on line se dispararon un 75% y en los últimos meses el pago con tarjeta ha superado por primera vez al efectivo y en 7 de cada 10 compras se ha tirado de tarjeta según un estudio de Mastercard.

También se ha incrementado el número de usuarios que paga a través del móvil, a través de las aplicaciones “Wallet”, monedero en inglés, que ha pasado de un 44% antes de la pandemia a un 68% según Capterra.

El coronavirus ha transformado la forma en la que pagamos y en 2021 se va a seguir avanzando en esas técnicas que nos permiten pasar por caja evitando el contacto y las aglomeraciones. Mireia Giné, profesora de dirección financiera del IESE, tiene claro que el próximo año “ se van a generalizar las tarjetas bancarias sin número, en blanco, que se suple con una tarjeta digital que se ve en una aplicación móvil de nuestro banco que al abrirla nos proporciona el código cvv dinámico y un pin que sólo es válido durante el momento de la transacción, caduca en unos minutos y por tanto esa información está protegida de distintos fraudes”.

En la misma línea, en busca de la seguridad de los pagos digitales, se seguirá avanzando en la tokenización. ¿En qué consiste? Pues en transformar los números de la tarjeta en tokens, en un código diferente que sólo puede ser interpretado por quien posee el mapa de traducción. La información, por tanto, queda encriptada y segura. Destaca la experta Mireia Giné que la siguiente fase de la tokenización sería “que se aplicara a cualquier dato o activo intangible como por ejemplo una patente. Los datos se transformaríanen tokens para así almacenarlos e intercambiarlos de manera más sencilla a través de un sistema de blockchain”.

¿Y qué es un sistema blockchain? Pues algo así como un registro único y consensuado en el que se eliminan los intermediarios. En 2021 también se seguirá avanzado en los conocidos como pagos invisibles o lo que es lo mismo, pagar sin pasar por caja. El cargo de las cesta de la compra nos llegará a la cuenta sólo con pasar nuestra huella dactilar, con el reconocimiento de nuestro rostro o incluso de nuestra propia voz. Todo esto, como señala, Mireia Giné, profesora de dirección financiera del IESE, es gracias a la biometría que “consiste en tomar las medidas biológicas o características físicas que pueden identificar a las personas, como el reconocimiento del rostro o del iris” pero esta experta advierte “ojo porque esta tecnología tiene fallos y puede llevar a riesgos de identificación errónea de las personas”. Eso sí, en lo que coinciden los expertos la pandemia hará que en 2021 se siga avanzado en todas estas tecnologías.