ECONOMÍA DE BOLSILLO

El seguro que intentan venderte siempre en el banco y que no necesitas para tu hipoteca: solo uno es obligatorio

La profesora de Economía, María Blanco, explica en 'La Tarde de COPE' en qué debemos fijarnos de la letra pequeña al abrir una cuenta o contratar un préstamo

Redacción La Tarde

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Cuando abrimos una cuenta, activamos una tarjeta, pedimos un crédito o contratamos productos financieros, tenemos que enfrentarnos a la temida letra pequeña del contrato, que en la mayoría de ocasiones ignoramos directamente, o ante la que acabamos rindiéndonos porque el lenguaje que aparece en ella es rebuscado y complejo.

Los españoles seguimos por debajo de la media de la OCDE en cultura financiera. Para muestra, solo debemos fijarnos en algunos datos del reciente estudio de la entidad de pagos Nickel sobre 'Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario', que refleja que el 65% de los españoles firman condiciones sin entenderlas y el 45%, directamente, no se leen los contratos. Además, el 22% afirma no saber cuántas comisiones pagan.

Este desconocimiento se traduce en gastos innecesarios y condiciones que "nos cuelan" a la hora de firmar cualquier contrato.

letra pequeña

¿En qué debemos fijarnos a la hora de abrir una cuenta, contratar un préstamo o invertir en productos financieros? María Blanco, profesora de Economía de la Universidad CEU San Pablo y profesora de Economía de bolsillo en La Tarde de COPE, nos da algunas claves: "Es difícil hacer un juicio de intenciones. Saber si ponen la letra pequeña para ahorrar papel o favorecer que no te lo leas. En cualquier caso, uno tiene derecho a ir al banco y preguntar qué estamos contratando y en qué condiciones. Creemos que no tenemos tanto tiempo, pero merece la pena si lo comparamos con el tiempo que nos lleva poner una reclamación después y la pérdida de dinero que puede ocasionar".

Firma de un documento

comisiones ilegales

Damos por hecho que abrir una cuenta bancaria conlleva el pago de algunas comisiones, pero, como clientes, muchas veces ignoramos cuáles podemos evitar si nos cambiamos de banco y cuáles son directamente ilegales.

"Además de las comisiones de demora, que es lógico que se cobren, también se cobran en ocasiones comisiones por reclamación de posiciones deudoras, que están muy cuestionadas, y algunas sentencias las consideran, incluso, ilegales. También hay algunas sentencias que declaran ilegales las comisiones por descubierto", explica la profesora de Economía, que nos recuerda que las comisiones por apertura o mantenimiento sí son legales, pero que a veces merece la pena comparar entre bancos.

Sin embargo, hay un tipo de comisión que es totalmente ilegal: Las comisiones por ingreso en efectivo. Una práctica que nadie denuncia porque "estamos acostumbrados a que nos cobren hasta por respirar".

la trampa del producto financiero

Muchos bancos te ofrecen algún producto financiero para "ahorrarte las comisiones". Ante esto, María Blanco también nos advierte: “No quiere decir que sea un producto fraudulento, pero ese dinero seguramente podrías meterlo en unos fondos de inversión, por ejemplo. Es una manera de presionar y hacerte sentir especial, y te están colando un producto financiero que no necesitas o que no es el más rentable para ti”.

En cualquier caso, si no tenemos los conocimientos necesarios, es esencial consultar a un gestor directamente, y no necesariamente al vinculado con nuestra entidad bancaria. O, al menos, a alguien que pueda asesorarnos sobre cuál es el producto con el que podemos asumir los menores riesgos posibles.

Monedas

seguros innecesarios

Por ley, es obligatorio tener contratado un seguro de hogar que, al menos, cubra incendios, "pero no necesariamente tiene que ser con la compañía a la que está vinculado nuestro banco", nos recuerda la profesora Blanco. Además, tal y como ha subrayado la experta en 'La Tarde de COPE', las entidades a veces te presionan para que contrates también un seguro de vida, algo que no es necesario.

"Seguramente, lo siguiente sea un plan de pensiones, y al final estás pagando por cosas que no necesitas. Como estás agobiado con la hipoteca, buscas a toda costa mejorar las condiciones, y contratas sin hacer números y sin saber si te compensa o no", explica la profesora de Economía, que también nos recuerda que, en el momento en el que das un parte por el seguro del hogar, los bancos tienen la libertad de subirte la cuota. Además, no podemos rescindir el seguro hasta que no hayamos amortizado el crédito hipotecario y, en cualquier caso, si el banco, en el mejor de los casos, te deja desvincular el seguro, perderás las bonificaciones.

tarjeta de crédito o débito

Cuando contratamos una tarjeta es fundamental saber si es de crédito o de débito y tener claro que, si las queremos utilizar "como si fuera efectivo", es decir, para agilizar las compras del día a día, es mejor optar por la de débito.

En cualquier caso, si contratamos una tarjeta de crédito, debemos tener claras las cuotas que tenemos que pagar y vigilar que no sean de pago aplazado, a menos que tengamos muy presentes las comisiones y los intereses si aplazamos el pago. "También la fecha de facturación para que no te pille con la cuenta corriente en blanco. Saber cuándo nos van a pasar el cobro para estar seguros de que en esa fecha vamos a tener el dinero suficiente en nuestra cuenta", detalla María Blanco.