¿Sigue siendo rentable invertir en Letras del Tesoro?

Ya no hay colas a las puertas del Banco de España porque ha bajado la rentabilidad, pero la demanda todavía es alta

Victoria Ballesteros

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

      
      
             
      

La fiebre por las Letras del Tesoro podría estar llegando a su fin, después de que la rentabilidad haya bajado del 3% por primera vez en año y medio.

La burbuja se ha pinchado, una vez que los bancos han ofrecido mejores depósitos y que los tipos de interés han comenzado a bajar.

Durante meses, el martes ha sido el día señalado en el calendario de muchos ahorradores, que intentaban hacerse con Letras del Tesoro. Las colas en el Banco de España se volvieron habituales, al igual que en las sucursales de muchas entidades bancarias porque las Letras del Tesoro llegaron a rozar el 4% de interés. “Era una buena opción para los que tenían dinero ahorrado en un contexto de inflación, porque veían que ese dinero perdía valor dado que los precios subían un 8, un 9%... Y la alternativa eran las Letras, con el añadido de que son una inversión muy segura”, explica Antonio Sanabria, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid.

Las Letras del Tesoro han ganado popularidad entre pequeños y grandes inversores, convirtiéndose en una opción destacada para quienes buscan una alternativa segura y de bajo riesgo. A medida que las economías de todo el mundo enfrentan incertidumbre y volatilidad, estos activos financieros han despertado un renovado interés.

¿Qué son las Letras del Tesoro?

Las letras del Tesoro son títulos de deuda emitidos por el Estado español con el objetivo de financiar parte de sus necesidades presupuestarias. Es decir, cuando el gobierno necesita dinero para cubrir sus gastos, puede emitir estas letras y, a cambio, los inversores le prestan dinero comprándolas. A cambio, el Estado se compromete a devolver la inversión más un interés, después de un periodo determinado, que puede ser de 3, 6, 9 y 12 meses.

Uno de los puntos clave de las letras del Tesoro es que se consideran una inversión segura. Como están respaldadas por el Estado, el riesgo de impago es muy bajo “porque es bastante improbable que una economía como la española quiebre”, detalla Antonio Sanabria. Esto las convierte en una opción ideal para aquellos inversores que desean proteger su capital sin asumir demasiados riesgos.

      
             
      

Rentabilidad y beneficios

El atractivo de las letras del Tesoro en España ha crecido especialmente en los últimos años, gracias al aumento de sus rendimientos. En un entorno donde otras opciones de ahorro, como las cuentas bancarias o los depósitos a plazo fijo, ofrecían intereses muy bajos, las letras del Tesoro se convirtieron en una alternativa más interesante.

Actualmente, los rendimientos de las letras del Tesoro están en niveles cercanos al 3%, una cifra que supera a la mayoría de los productos de ahorro tradicionales. Además, su rentabilidad se obtiene al descontar el precio de compra con respecto al valor nominal que se recibirá al vencimiento. Es decir, los inversores compran las letras por un precio menor al que recibirán cuando el Estado les devuelva el dinero, lo que genera la ganancia.

Otro de los beneficios de este producto es que no requieren grandes cantidades de dinero para invertir. Los pequeños ahorradores pueden acceder a ellas desde importes relativamente bajos, a partir de los 1.000 euros. Esto ha hecho que las letras del Tesoro sean una opción accesible para todo tipo de inversores, desde grandes patrimonios hasta ahorradores más modestos.

      
             
      

Ahora, esa rentabilidad está bajando a medida que han ido surgiendo otros productos bancarios que le hacen competencia. También está influyendo la política del Banco Central Europeo con los tipos de interés: “Si los tipos de interés están altos, hay otras opciones de rentabilidad muy altas. Entonces, si el Estado quiere ofrecer títulos de deuda pública, para encontrar demanda, tiene que ofrecer una rentabilidad más alta porque hay alternativas que ofrecen un tipo de interés mayor. Así que tiene que compensar”, añade el profesor de Economía.

Ahora, la rentabilidad de las Letras del Tesoro está bajando, pero seguirá compensando la inflación: “Estarán a la par o incluso un poco por encima. Lo que no se prevé es que vuelvan a tasas negativas, es decir, como cuando los compradores pagaban por prestar dinero al Estado”.

¿Cómo se compran las Letras del Tesoro?

Existen dos formas de comprar Letras del Tesoro: directamente a través del Banco de España o mediante intermediarios financieros.

      

En el caso de la compra directa en el Banco de España, se pueden adquirir en las subastas periódicas que organiza el Estado, a las que hay que inscribirse. Por otro lado, los bancos y plataformas permiten acceder a este producto de manera más sencilla, aunque pueden cobrar comisiones por la intermediación.

Baja la rentabilidad, pero no tanto la demanda

Pues pese a que ha bajado la rentabilidad, la demanda de los inversores todavía es alta. En la subasta del pasado martes, el Tesoro Público colocó 2.133,65 millones de euros a tres y nueve meses, dentro del rango medio previsto, aunque recortando la rentabilidad a mínimos de hace un año y medio, según los datos publicados por el organismo dependiente del Ministerio de Economía.

A pesar de reducir el interés, la demanda de los inversores se acercó a los 4.900 millones de euros, más del doble de lo finalmente adjudicado en los mercados en esta tercera subasta de septiembre.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía colocaba 693,15 millones de euros en la subasta de letras a tres meses, frente a una demanda de 1.740,30 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 2,860%, la más baja en año y medio (marzo 2023) y por debajo del 3,215% ofrecido en la subasta del mes pasado.

Asimismo, el Tesoro adjudicó 1.440,50 millones de euros en la emisión de letras a nueve meses, por debajo de las peticiones por importe de 3.146,01 millones de euros, y la rentabilidad marginal se redujo hasta el 3,027%, también en mínimos desde hace más de un año y medio (febrero 2023) y frente al 3,150% de la emisión previa del mismo tipo de papel.