Visión joven empresarial sin paradigmas

Laura Sánchez Cifo, vicepresidenta de CEAJE, reflexiona en esta tribuna sobre la evolución de los conceptos "persona y empresario"

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

¿Ser persona o ser empresario? Dos palabras que estaban intrínsecas en un abismo de distancia imposible de acercar hace décadas; o eras compañero o eras jefe, o eras autónomo o eras trabajador de, o eres de aquí o eras de allá, así sin excepción.

La imagen del empresario, (y digo empresario porque en ningún momento la sociedad se imaginaba una mujer al frente de una empresa –da igual grande que pequeña-), era la foto de un señor de edad madura con su puro sentado en un despacho cerrado como una persona inaccesible. ¿Y qué me dices de fracasar con una empresa? Era imposible dar crédito a que fracasar en un negocio te enseñara algo o que podría ser una forma de aprendizaje hacia otro lugar.

Afortunadamente, los paradigmas empresariales han evolucionado, y mucho. Si analizamos ahora la company profile o el “quienes somos”, puede verse que “ser persona o ser empresario” ya no es cuestión de separatismos; somos capaces de fusionarnos en un mismo ser; ser válidos para ambos perfiles y ponernos en valor como personas sea cual sea tu forma de ver la vida: arriesgando como emprendedor, empujando y luchando como empresario o trabajando duro como trabajador.

Las pymes en la actualidad se gestionan generando equipos de forma horizontal y no estrictas estructuras de trabajo verticales, sin embargo queda mucho por evolucionar; no debemos olvidar que hay factores importantes que siguen permaneciendo muy por detrás: las leyes de emprendimiento para fomentar la cultura emprendedora, la falta de recursos todavía en el ámbito rural, la agilidad de la administración con las empresas, o algo muy fundamental e indiscutible como el papel de la mujer en la empresa y los problemas con la conciliación familiar a pesar de que el Marketing 3.0. hace años que estaba presente como futuro.

LA EXPERIENCIA DEL CONSUMIDOR EN EL CENTRO

Vivimos en un mundo volátil basados en el auge de las tecnologías y los ciclos de vida y madurez de las empresas cambian muy rápido. Ya no es fácil estimar una planificación a medio o largo plazo. La relevancia que tiene hoy en día en los negocios la creatividad y la “customer experience” (experiencia del consumidor), hacen que el rumbo de las empresas se dirija por unos caminos que incluso ni nosotros mismos conocemos todavía como empresarios. Por lo que está claro que, son factores clave para el presente y futuro del crecimiento de nuestro tejido empresarial.

Orgullosa de pertenecer a una agrupación tan importante de jóvenes empresarios de nuestro país como es CEAJE y, de nuestra AJES territoriales como en mi caso de Castilla-La Mancha, he de decir que los jóvenes estamos preparados para liderar el futuro económico del país siendo personas a la vez que empresarios.

Los jóvenes etiquetados como empresarios, lideramos nuestros equipos siendo compañeros y compañeras de nuestros trabajadores y poniendo en valor al talento de cada una de las personas que hay en él, nutriéndonos así, mutuamente. Encabezamos el trabajo de nuestras propias empresas ¡sí!, pero trabajamos para tener una constante visión abierta al futuro; nuevos formatos de trabajo y nuevas formas de hacer negocios adaptadas a nuestro equipo y a nosotros mismos, damos y recibimos feedback y somos capaces de gestionar inconvenientes y dificultades como equipo.

Como conclusión, los conceptos de la vida han cambiado mucho a nivel económico y personal, es complicado hacer todo bien aunque “el querer es poder”, si bien es cierto que no existe una varita mágica para tener éxito y mucho menos seguir unas pautas concretas para hacer negocios, pero caer en alguna ocasión ya no es una barrera, sino una forma de aprender a seguir adelante -reinventarnos siempre es una opción acertada-. Lo que sí que está claro es que los jóvenes somos el futuro de nuestro país, y que “tu propio talento es la clave para tu propio negocio”.

Gracias a los que, con vuestra forma de hacer negocios, hacéis de éste un mundo mejor.