Profesión de riesgo
La reforma que plantea Escrivá parece castigar a aquellas personas emprendedoras que trabajan por cuenta propia
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Enero comienza con sorpresa para uno de los sectores de la población más castigados en los últimos años: los autónomos. Si la propuesta del Gobierno del Estado prospera, un autónomo tendrá que cotizar un 40% más de lo que cotiza ahora en los próximos dos años. En otras palabras, pagará en este país el triple que en Reino Unido y el doble que en Francia y Alemania, lo que viene a significar la ruina para muchos integrantes de un colectivo que, a día de hoy, genera más de un tercio del empleo de España. Miles de persianas cerrarán para siempre, un sistema totalmente inasumible para muchos de ellos.
La reforma que plantea Escrivá parece castigar a aquellas personas emprendedoras que trabajan por cuenta propia, el sector que menos ayudas y protección recibió durante la pandemia, un sector en el que Canarias ha liderado el crecimiento en el último año, con un aumento porcentual del 4,1% (5.259 autónomos más). Resulta revelador que, en contraposición, se plantee constantemente una subida del SMI. Como estrategia que fomenta la emprendeduría, no tiene precio.
Asistimos con asombro a una constante demonización de autónomos y empresarios, proyectando una imagen de riqueza que, en la mayoría de los casos, escapa trágicamente de la realidad. Miles de autónomos no alcanzan siquiera el salario mínimo interprofesional que sí tiene garantizado cualquier trabajador por cuenta ajena; miles de autónomos se han enfrentado estos meses a una subida de la factura de la luz por partida doble: en su casa y en su empresa; miles de autónomos pagan impuestos de facturas que no han cobrado; miles de autónomos no llegan a fin de mes. Un sistema injusto que el Gobierno pretende retorcer aún más generando un agravio para miles de valientes que luchan día a día para generar empleo con dignidad.
Por todos es sabido que los distintos Gobiernos y administraciones han hecho un esfuerzo muy importante por ofrecer ayudas durante estos dos años de pandemia, incluso poniendo en funcionamiento una renta mínima vital para la protección de los más vulnerables pero, ¿tienen los autónomos que reponer las arcas? ¿Deben sacrificarse, nuevamente, por todos?
Los autónomos crean empleo, generan riqueza, asumen riesgos cada mañana cuando abren la puerta de sus negocios. Sin embargo, tienen menos derechos que un asalariado, menos paro, menos capacidad de conciliación laboral y familiar, menos capacidad de ahorro. El sistema que proponen Sánchez y Escrivá acentuará las desigualdades y disipará las ilusiones y esperanzas de aquellos que se plantean emprender en un país, ya de por sí, con poca cultura emprendedora porque no nos equivoquemos, si ser autónomo no es atractivo para un joven, ahora lo será aún menos.
Entonces, ¿si no aumentan los autónomos, si no se crean empresas, quién va a generar empleo para todas esas personas que engrosan día a día las listas del paro? ¿El Estado? Cabe recordar que esta no es la función última de una administración, sino ofrecer un ecosistema estable para que las empresas tengan capacidad de generar puestos de trabajo de calidad.
Nos equivocamos, nuevamente. Involucionamos, otra vez.