La Bolsa abre en modo esperar y ver, con la vista puesta en las cifras de empleo de Estados Unidos

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Fernando Mañueco

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La agenda financiera del día viene especialmente cargada. A las dos y media de la tarde se conocerán las cifras de paro y de creación de empleo en Estados Unidos. Los analistas esperan una reducción de dos décimas en la tasa, hasta el 5,2 por ciento. La economía estadounidense podría haber creado el mes pasado en torno a 730.000 empleos no agrícolas. En julio fueron 940.000. Además, se conocerán las ventas por menor en la zona euro y los índices PMI del sector servicios en las grandes economías. Ya se sabe que la actividad no manufacturera se encuentra en contracción tanto en Japón como en China. Son referencias capaces de mover por si solas a los mercados. Dentro de casa, la agencia Moody´s de calificación de riesgos revisa hoy el "rating" de la deuda soberana española. Anunciará su decisión tras el cierre de los mercados europeos.

La Bolsa de Nueva York está en máximos históricos, al igual que la Bolsa de Fráncfort. El mercado de valores de Tokio ha subido hoy más de un 2 por ciento. Se mueve en su nivel más alto de los últimos 30 años. El primer ministro nipón, Yoshihide Suga, ha renunciado a la reelección. Y los mercados lo celebran. Esperan que el siguiente lo haga mejor. Las próximas elecciones tendrán lugar en Japón a mediados o finales de octubre.

Dentro de casa, el índice Ibex 35 abre plana en 8.980 puntos. A falta del cierre de hoy la Bolsa ha ganado un 0,7 por ciento en esta semana y acumula una revalorización del 11 por ciento en lo que va de año. Los analistas técnicos más animosos creen que el índice Ibex 35 puede alcanzar los 10.000 puntos antes de fin de año, siempre y cuando no pierda el soporte de los 8.200.

Aguantan bien los bancos. El repunte de la inflación en la zona euro (se ha disparado hasta el 3 por ciento) acerca el horizonte de una subida de tipos de interés. La tasa de inflación ha alcanzado en Europa su punto más alto de los últimos 10 años, lo que pone en un brete al Banco Central Europeo, que puede verse forzado a reducir casi de inmediato sus compras de bonos de emergencia por la pandemia. Actualmente realiza adquisiciones a un ritmo de 80.000 millones de euros al mes. El BCE, que maneja un objetivo “flexible” del 2 por ciento para los precios, celebrará un importante consejo del jueves de la semana próxima. Los analistas aseguran que la autoridad monetaria europea moverá ficha. Por su parte, la Reserva Federal tiene prevista su próximo reunión el día 22.

También aguanta Telefónica, que se consolida sobre los 4 euros por acción. La compañía ha encargado a los bancos de negocios Barclays y Lion Tree la búsqueda de un socio financiero que aporte recursos para su expansión en el Reino Unido de la mano con Liberty. El objetivo es batir a BT en Gran Bretaña. Quiere captar 5.000 millones de euros para financiar su nueva división de fibra óptica. Además, la empresa española sigue celebrando sus buenos resultados del primer semestre, en el que ha ganado 8.629 millones de euros. Eso es diez veces más que en la primera mitad del año pasado, debido importantes ingresos extraordinarios. Telefónica mantiene el dividendo en 0,30 euros por acción y ha mejorado sus previsiones para el conjunto del ejercicio. En cinco años la compañía ha reducido su endeudamiento a la mitad. Lo último ha sido la venta de su división de infraestructuras por 6.400 millones. Y los mercados lo agradecen.

Sigue fuerte Inditex, que cuenta con buenas recomendaciones de analistas. La empresa dueña de la marca Zara publicará resultados el próximo día 15. Sólidas ganancias en Fluidra, que ha comprado un fabricante de piscinas en Estados Unidos. Las acciones de la empresa española se han revalorizado más de un 70 por ciento en lo que va de año. Buen tono también en las empresas relacionadas con el turismo. Entre los valores más pequeños, Laboratorios Rovi continúa recuperando el terreno perdido en las jornadas anteriores. La investigación que ha realizado las autoridades sanitarias de Japón indica que las partículas que se encontraron en un lote defectuoso de la vacuna de Moderna producida por Rovi corresponden a la fricción de dos piezas metálicas en el proceso de envasado. Un problema que ya ha sido corregido.

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