La Bolsa se atraganta con el nuevo repunte de la inflación en la zona euro

El IPC de la zona euro ha saltado ya el listón del 9 por ciento. En los últimos meses la inflación ha ido rebasando progresivamente todas las líneas rojas. Y lo que te rondaré, morena. En agosto se ha situado ya en el 9,1 por ciento, frente al 8,9 contabilizado en el mes anterior. Son cifras que prácticamente “obligan” al Banco Central Europeo a endurecer su política monetaria. A estas alturas casi todos los analistas esperan que el BCE suba tres cuartos de punto el precio del dinero en su consejo de la semana que viene.

Así las cosas, con un horizonte de enfriamiento de la economía y de precio del dinero al alza, la Bolsa no levanta cabeza. Ha encadenado ya once sesiones consecutivas con pérdidas. Es una de las peores rachas que se recuerdan. Hoy el índice Ibex 35 ha cerrado en 7.886 puntos, con un recorte del 1,17 por ciento. El mes de agosto se ha saldado con una caída del 3,3 por ciento, que eleva al 9,5 por ciento la caída acumulada en lo que va de año. En noviembre de 2021 el Ibex rozaba los 9.200 puntos. Es un dato.

Han subido hoy pocos valores. Entre ellos Caixabank Sabadell, BBVA y Bankinter. También Meliá, Rovi, IAG, Mapfre y Aena. Por el contrario, han caído Repsol, Inditex, las eléctricas y las empresas gasistas. Hoy ha publicado resultados la empresa de viajes eDreams Odigeo, que ha reducido sus pérdidas en su primer trimestre fiscal (que terminó el 30 de junio) hasta 13,9 millones de euros. Un año antes había publicado números rojos de 23,9 millones. Sus acciones han subido con fuerza.

Todos los mercados están en alerta roja. Según los analistas, la probabilidad de recesión en Estados Unidos en los próximos doce meses ha aumentado hasta el 51 por ciento. Así lo apuntan, entre otros indicadores, el diferencial de rendimientos de los bonos a dos y diez años. La rentabilidad de los bonos de EEUU a diez años ha superado ya con holgura la referencia del 3 por ciento. Un 3,12 por ciento, concretamente ofrecen esta tarde. Con estos niveles aumenta la salida de liquidez del mercado de acciones en busca de refugio en los mercados de deuda pública. Es un patrón que se ha repetido insistentemente en las últimas décadas en situaciones similares.

El petróleo vuelve a alejarse, por abajo, de la referencia de los 100 dólares por barril. Irán está a punto de poner en el mercado una gran cantidad de crudo. Lo hará en cuanto se alcance un pacto nuclear con Teherán. Por tanto el petróleo iraní puede cubrir en breve el hueco que deje Estados Unidos cuando termine de sacar sus reservas estratégicas al mercado. Por el contrario, Arabia Saudí haya dejado entrever que la próxima reunión de la OPEP puede saldarse con una congelación de las cuotas de producción de este cártel.

En el mercado de divisas y de criptos, manda la incertidumbre. El euro se mantiene al filo de uno por uno frente al dólar. Mientras tanto, el Bitcoin apenas supera la referencia de los 20.000 dólares. Se encuentra en su nivel más deprimido desde mediados de julio. El Banco de Japón estudia limitar el acceso de los inversores minoristas al mercado de las criptomonedas. Lo último que se sabe es que el valor total de este tipo de activos -su capitalización- ha bajado de la emblemática frontera del billón de dólares.