La Bolsa gira en redondo y cierra en rojo ante el temor a una persistente inflación

La placidez de la apertura en la Bolsa ha dado paso a un repliegue en toda regla al cierre de la sesión. Cara y cruz en la misma jornada. Los precios estratosféricos de la electricidad y la subida del petróleo hasta máximos de tres años presionan intensamente a una inflación que ya estaba por las nubes. Lo más preocupante es que amenaza con seguir así durante más tiempo del que lo pensaban los grandes bancos centrales. Además, en el Reino Unido se están produciendo un estrangulamiento en la distribución de carburantes ante la falta de transportistas que comuniquen las refinerías con las gasolineras. Hay reservas de gasolinas, pero no llegan a los puntos de venta. La escasez de gasolinas está presionando al alza los precios de numerosos productos y servicios. Paralelamente, la escasez de semiconductores y otros componentes en varios países industrializados augura, además, subidas de precios en numerosas mercancías. El nuevo repunte de la inflación está servido.

Con este panorama y después de varias sesiones con ganancias, las cosas se han ido complicando en la Bolsa. El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.769 puntos con una pérdida del 2,59 por ciento. En los mejores momentos del día , a primera hora de la mañana, superaba los 9.000.

Esta misma tarde el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha constatado que la inflación es demasiado elevada en Estados Unidos y que probablemente continuará así durante algunos meses antes de que comience a moderarse. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, también ha advertido de que la subida de precios es excesiva, aunque confía en que sea pasajera.

Los expertos consultados con la agencia Bloomberg esperan un repunte de la inflación en todas las grandes economías europeas. En Alemania puede acercarse al 4 por ciento. En el conjunto del Viejo Continente se situará en torno al 3,3 por ciento, frente al 3 por ciento actual. El BCE mantiene su objetivo en el 2 por ciento. A partir de mañana se conocerán numerosos indicadores de precios en varias zonas del Planeta. Los inversores vigilarán esos datos con especial cuidado.

De momento, se han tensado los mercados de deuda. El rendimiento de los bonos a diez de Estados Unidos se ha disparado hasta el 1,54 por ciento, cuando a comienzos de mes se movía en el 1,30 por ciento. Las obligaciones españolas al mismo plazo han pasado en un mes del 0,28 al 0,42 por ciento.

Hoy en la Bolsa todos los valores se han dado la vuelta, incluso los bancos, a pesar de que la mayor proximidad de una subida en el precio del dinero -como consecuencia del repunte de la inflación- beneficia a las entidades financieras. Con las tres cuartas partes de los créditos hipotecarios a tipo variable, los bancos recibirían una subida de tipos como un soplo de aire fresco.

Repsol ha sido hoy el único de los grandes valores que ha cerrado con ganancias claras. Agradece la subida del petróleo, ya que se revalorizan automáticamente sus reservas de crudo. El petróleo ha marcado hoy nuevos máximos de los últimos tres años. Roza ya los 80 dólares por barril de crudo del Mar del Norte, el que sirve como referencia en Europa. Los analistas de Goldman Sachs esperan que el año termine en 90 dólares. Los del Bank of America creen que puede acercarse a los cien si el invierno es duro en el hemisferio Norte.

En su último informe mensual, la OPEP estima que el consumo de crudo en 2022 superará los niveles previos a la pandemia. Espera que la demanda recupere la cota de los cien millones de barriles diarios. Los países exportadores de este cartel constatan que la recuperación del consumo es más fuerte de lo que se esperaba, gracias al buen ritmo de las vacunaciones en las grandes economías occidentales. Los países productores integrados en este organismo han aumentado sus exportaciones desde el uno de septiembre en 400.000 barriles por mes. En agosto la OPEP puso en el mercado 26,7 millones de barriles, frente a los 26,6 de julio.